La derrota contra el Betis no cambió el discurso de Javi Calleja. En las últimas semanas, el entrenador del Villarreal se ha mostrado muy satisfecho por el trabajo de sus jugadores, y ayer no fue diferente. La expulsión de Daniele Bonera condicionó un partido en el que, a pesar de caer, los hombres del submarino deben estar «orgullosos» porque «cuando uno entrega todo lo que tiene debe estarlo».

El preparador del conjunto amarillo afirmó que «me quedo con la entrega de mis jugadores. El equipo ha ido en todo momento hacia adelante, y las fuerzas nos han dado para atacar y nunca bajar los brazos, aunque estábamos con uno menos. Ha sido una pena no nos haya acompañado el resultado, pero quiero felicitar a mis jugadores».

Calleja prefirió no pronunciarse sobre la tarjeta roja a Bonera por una entrada a la altura del esternón a Rubén Castro. Comentó que «prefiero no hablar del árbitro. Es algo que prefiero guardármelo, aunque es cierto que puede ser de expulsión porque es una entrada dura, en la que ha llegado tarde Dani».

Pero, aunque el equipo jugó con 10 durante 60 minutos, «no se ha notado porque hemos dado la cara. Para mí desde el inicio hemos estado cómodos, con posesiones largas. A ellos les costaba quitarnos el balón, y el equipo no se ha descompuesto. Hemos hecho un esfuerzo importante, a pesar de estar mucho tiempo con un jugador menos. Aún así hemos estado en el campo contrario, hemos tenido un tiro al palo, y jugadas de peligro. Incluso con el 2-1, hemos tenido fe para darle la vuelta al resultado».

Un paso atrás en la lucha por la cuarta plaza y por asegurarse un puesto en la Europa League. Pero Calleja quiso recordar que «todavía queda muchísimo. Ya lo dijimos con las anteriores dos victorias. Está todo muy apretado, por eso hay seguir en la línea que llevamos. De este partido tenemos que salir reforzados, porque con esta actitud podemos conseguir lo que nos propongamos esta temporada».