Las posturas entre la patronal Ascer y los sindicatos se mantienen totalmente alejadas en la negociación del nuevo convenio laboral del azulejo tras la segunda reunión celebrada ayer. Los empresarios defienden más flexibilidad, establecer un año de vigencia del acuerdo marco frente a los tres del antiguo y moderación salarial, mientras CC OO y UGT plantean una subida retributiva de acuerdo con las actuales condiciones económicas del sector y una reducción de 16 horas de la jornada laboral.

El anterior convenio expiró en 2017 y ahora se encuentra prorrogado. Las negociaciones de este último se prolongaron 14 meses y se llegó a un acuerdo cuando los sindicatos amenazaban con movilizaciones en Cevisama. El acuerdo en esta ocasión parece que también tardará en fructificar. Ambas partes solo acordaron ayer emplazarse a una nueva reunión el próximo martes.

En materia salarial, Ascer afirma que su oferta partirá de una valoración de la actual situación económica del sector y «teniendo muy en cuenta que los convenios colectivos negociados desde el inicio de la crisis, han supuesto una mejora del poder adquisitivo de los trabajadores, siendo los incrementos acumulados pactados durante estos años muy superiores al incremento acumulado del IPC durante el mismo periodo».

En materia de jornada, ve «inasumible una reducción de la actual jornada de trabajo» y recuerda que el último aumento de la misma levó aparejado «la correspondiente compensación salarial» Igualmente, manifiesta la «imposibilidad de aceptar el resto de peticiones en esta materia «que suponen una restricción a las facultades de las empresas para la mejor organización del trabajo».

CC OO y UGT consideran inasumibles la propuesta de más flexibilidad y considera que los aumentos salariales pueden ser mayores al estimar que la industria «ha salido de la crisis». «No estamos de acuerdo en que se rompa el cómputo de las 40 horas», afirman desde UGT.