La segunda vista oral por el crimen de un hombre en Benicarló a manos de una banda de sicarios, pagados por un tercero para el cobro de una supuesta deuda de la víctima, dio ayer un giro inesperado. La familia de la víctima declaró ante un Tribunal del Jurado de la Audiencia de Castelló que éste formaba parte de un grupo organizado de tráfico de hachís entre el país magrebí y España y que el asesinato fue ordenado por el cabecilla de la red tras la desaparición de un alijo de 700 kilos de hachís.

Los hechos ocurrieron el 11 de de julio de 2009, cuando un grupo de individuos secuestró a la víctima en su domicilio en Benicarló y, a continuación, lo trasladaron a un descampado, en la inmediaciones del apeadero de Peñíscola, donde lo rociaron con gasolina y luego le prendieron fuego.

Las revelaciones de estos testigos, en concreto la viuda y un hermano de la víctima, se produjeron ayer por primera vez, nueve años después del crimen y en la segunda vista oral que se celebra por estos hech0s. El primer juicio, en febrero de 2012, se saldó con la condena de dos hombres a 20 años de cárcel por los delitos de asesinato y detención ilegal.

La viuda de la víctima declaró que en la última semana observó un comportamiento extraño de su pareja. «Me dijo que estaba metido en algo de lo que estaba arrepentido y que quería dejarlo», explicó. La mujer También señaló que unos días antes del crimen , fueron abordados por uno de los procesados cuando iban en el coche con su marido y su suegra.

El más explícito fue el hermano de la víctima. «Yo sabía desde hacia años a qué se dedicaba mi hermano», dijo. «A transportar droga en coches desde Marruecos a España», añadió. «En uno de los viajes, a la altura de Baza cayó [interceptado por la Policía] un coche con 7.000 kilos de hachís y al no aparecer nada en la prensa, el jefe creyó que se lo había quedado mi hermano», añadió».

Este testigo fue propuesto a última hora, en la jornada del lunes, por la acusación particular. Y su testimonio de ayer no aparece en ninguna diligencia policial o judicial (1.400 folios) del sumario.

En el primer juicio, no se sentaron en el banquillo ninguno de los tres (otros dos supuesto sicarios y el inductor del crimen, todos nacionalidad marroquí) procesados en esta segunda vista oral porque estaban en búsqueda y captura.

La primera sesión del juicio, en la jornada de lunes, fue suspendida raíz de la incompatibilidad manifesta de un abogado defensor, en concreto del letrado Juan Carlos Navarro, que inicialmente asumía la defensa de uno de los sicarios. El letrado, tras la advertencia de la Fiscalía, se vio forzado a renunciar, ya que estaba defendiendo a un acusado a quien en la primera vista oral por estos hechos atribuyó la autoría del crimen en su intento por demostrar la inocencia de su cliente.

Por tanto, fue ayer cuando arrancó la vista oral. Los dos supuestos sicarios negaron su participación en los hechos y alegaron que el día de autos se encontraban fuera de España, en concreto en Marruecos. Uno declaró que en mayo de 2009 se marchó a Marruecos para iniciar los preparativos de su boda. Este presunto sicario admitió que compartió piso con el supuesto inductor del crimen en Valencia, pero negó cualquier relación con la víctima y con el tráfico de drogas.

El segundo procesado mantuvo la misma tesis, es decir, que el día de los hechos estaba en Marruecos. Éste si admitió que esporádicamente y de manera clandestina iba a Benicarló, porque allí residía su mujer y una hija. El inductor del crimen igualmente negó cualquier participación en los hechos y, mucho menos, que ordenara el asesinato.