El Villarreal ha salido trastabillado del último mes. Febrero ha salido muy caro. El equipo de Javi Calleja llegó en una inercia positiva, con tres victorias consecutivas y recortando a dentelladas la distancia con los puestos de Champions. Pero llegó febrero y viró la dinámica. Los amarillos solo han ganado un partido, han sufrido la temprana eliminación en Liga Europa y han visto cómo sus opciones de quedar cuartos son remotas. Un mes para el olvido.

Empezó perdiendo sin merecerlo, un par de partidos tontos, y ahí giró el viento. La expulsión de Bonera en Sevilla marcó la primera derrota, el 2-1 en el feudo del Betis. La eficacia del Alavés propició la segunda, un 1-2 en la Cerámica. En el campo del Espanyol también se le escurrió un partido que parecía ganado, y que se empató casi al final por el 1-1 de Granero. La única victoria del mes llegó en casa y ante el Getafe, un 1-0 casi milagroso, con el guardameta Asenjo en plan salvador parando dos penalties a los delanteros rivales. El equipo volvió a las andadas el miércoles en Ipurua, donde cayó ante el Eibar por la mínima, 1-0.

Los resultados han dejado al Villarreal quinto. Le ha adelantado el Sevilla, y la cuarta plaza que fija el Valencia queda ya a nueve puntos. Por detrás asoma un pelotón amenazante, que pelará por las tres plazas, del quinto al séptimo, que darán billete para participar en la próxima Liga Europa. Eibar, Girona, Getafe, Betis y Celta de Vigo están en la pelea, a falta de doce partidos para el final de la Liga.

Escasez goleadora

Por el camino, el Villarreal claudicó además ante el Olympique de Lyon en la primera eliminatoria de Liga Europa. Los de Calleja perdieron los dos partidos. El 0-1 en la vuelta se sumó al 3-1 en la ida. En el cruce se dio otra constante. En ninguno de los siete partidos que el Villarreal disputó en febrero fue capaz de marcar más de un gol. La baja de Bakambu alimenta el debate en la delantera, donde Bacca ha bajado su rendimiento, a Unal no le llega con las ganas, y Roger está casi inédito.