Benicarló ha iniciado la transformación de la plaza de la estación con unas obras que incluyen el derribo de dos casas antiguas que el ayuntamiento expropió en su día en previsión de poder remodelar y adecentar aquella zona de la localidad.

Como recordaron la alcaldesa Xaro Miralles, y el arquitecto municipal, Luis Pérez, este es uno de los puntos de llegada de visitantes y turistas a Benicarló, por lo que la imagen de la ciudad se veía hasta ahora descuidada. Este espacio es contiguo a un parque y zona verde, pero a pesar de esta zona ornamental, los desniveles del firme y el disponer de poco espacio para el estacionamiento de vehículos confería al área adyacente a la estación un aspecto angosto y poco espacioso que con las obras llevadas a cabo cambiará definitivamente. En cifras, la remodelación de la zona incluye destinar 1.000 m2 a aparcamiento, a calzada se reducirá hasta tres metros, que es la anchura mínima que permite el paso de vehículos y autobuses, y se acondicionará un nuevo espacio que actuará como parada de autobuses. Este último espacio servirá para conectar la estación con el municipio y la futura estación de autobuses, que se ubicará en el paseo de Febrero Soriano.

Está previsto que a adecuación esté finalizada en un periodo de tres meses. Ha sido adjudicada a la empresa Pavasal por un coste 136.730 euros (IVA incluido), de los que 102.547 irán a cargo de la Diputación de Castelló, dentro del Plan Castellón 135.

La remodelación también supondrá la apertura de un vial que permitirá continuar la circulación por la avenida Felipe Klein. Miralles manifestó que se trata de una «actuación histórica» para Benicarló, ya que la estación es la entrada a la ciudad a través del ferrocarril y actualmente tiene muchos inconvenientes que dificultan la circulación «y que resolveremos con estas obras». Paralelamente, se habilitará una zona ajardinada para mejorar la imagen.