Agentes de reserva están reforzando la seguridad en el interior sur de la provincia de Castelló tras los últimos robos registrados en la zona.

Así lo confirmó ayer el subdelegado del Gobierno, David Barelles, durante una comparecencia en Vila-real en la que explicó que la Guardia Civil dispone de unidades de reserva «que son versátiles y que se pueden mover en momentos puntuales. En este caso se han destinado hacia esa zona para paliar y disminuir los hechos».

Asimismo, Barelles comentó que, ante estos hechos que han creado una alarma en municipios del Alto Palancia y el Alto Mijares el subdelegado del Gobierno ha convocado para el viernes en Torás y para el lunes en Argelita una junta de seguridad comarcal con el fin de informar a los alcaldes de más de una treintena de alcaldes las medidas y el dispositivo que se están llevando a cabo y se pretende desplegar después de la última oleada de robos que se han producido en las dos comarcas del interior de Castelló y que han afectado, sobre todo, a edificios públicos e iglesias.

Antes de las juntas de seguridad convocadas, Barelles aprovechó ayer para hacer un llamamiento a la tranquilidad y añadió que «es una preocupación y por ello la reacción inmediata de la convocatoria y empatizar con los alcaldes y vecinos que están sufriendo esos robos pero quiero tranquilizarles y darles ese mensaje tranquilizador. Vamos a poner todos los medios para atajar la situación cuanto antes».

El subdelegado del Gobierno comentó que tienen diferentes líneas de investigación abiertas «y esperamos que den resultado». Asimismo, David Barelles incidió en que Castelló es la provincia 39,5 infracciones penales por cada 1.000 habitantes.

Recordar que los últimos robos tuvieron lugar la pasada semana en Torás, donde los ladrones asaltaron la iglesia y el ayuntamiento causando numerosos destrozos. Fue a primera hora de la mañana cuando un vecino vio la puerta del ayuntamiento abierta, vio que no había nadie y se percató de que la de la iglesia también estaba abierta, por lo que llamó al alcalde y a la Guardia Civil que poco después se personaban en el lugar de los hechos. En la iglesia, según las primeras informaciones, los ladrones habrían profanado el sacramento de la Eucaristía con el robo de un cáliz de oro que se encontraba en el interior del sagrario con las hostias consagradas dentro y se habrían llevado las monedas de las luminarias, sin causar destrozos mayores.

Dos días después de estos hechos, el pasado viernes, hubo otro robo en el municipio de Soneja.