Fiestas y Cultura copan las comparecencias más polémicas en el Ayuntamiento de Castelló en los tres años de legislatura. Ambas concejalías, más allá de protagonizar incontables titulares de prensa, monopolizan la porfía política desde el 28 de junio de 2016, cuando la edil Sara Usó se dirigió, por primera vez a petición propia, al pleno para explicar el desfase económico de la Junta de Festes, cifrado en 255.000 euros.

Aquella intervención pública, por el fondo del asunto, ya reveló una problemática heredada de la etapa del PP y de difícil solución, como se ha ido confirmando con el paso de los años.

Históricamente el món de la festa siempre ha resultado controvertido. Su concejalía nunca ha sido fácil de gestionar. Sin embargo, la tensión y el enfrentamiento jamás habían llegado a una situación tan insostenible como la actual, obligando a su titular a solicitar hasta dos intervenciones plenarias. Así, a la de aquel 28 de junio se sumará la del próximo 31 de mayo para dar cuenta, básicamente, del expediente disciplinario incoado al presidente de la Junta de Festes, Juanvi Bellido, por presunta mala administración.

Usó no es la única edil que ha debido comparecer ante el pleno. La concejala de Cultura, Verònica Ruiz, también tuvo que aclarar el conflicto interno de la banda municipal de música en la sesión del 23 de febrero de 2017. Sus explicaciones, así como las confidencias de la oposición durante el debate, auguraron una animada y prolongada disputa política, que prosigue hoy. Sin ir más lejos, el enésimo episodio se vivirá en unos días con la celebración de un pleno extraordinario solicitado por el PP y Ciudadanos.

En este sentido, no será la primera vez en la que va de legislatura que el bipartito (PSPV y Compromís) ofrezca explicaciones públicas sobre una cuestión en concreto.

Por ejemplo, el 25 de mayo de 2017 el responsable de Personal, Antonio Lorenzo, forzado por Cs, salió al paso de las acusaciones de la oposición a propósito del nombramiento de Francisco Javier Genovés como intendente general de la Policía Local de Castelló. El munícipe socialista llegó a afear al portavoz de la formación naranja, Vicente Vidal, su exposición para justificar la comparecencia. «Hablar mal de un funcionario me parece indigno por querer tener sus 10 minutos de visibilidad pública», le reprochó.