Noemí Oms, Tortosa.

La realidad cambiante de la sociedad actual y la que más en concreto esta viviendo la Diócesis de Tortosa ha impulsado a esta demarcación eclesiástica a efectuar una profunda revisión y una previsión del futuro inmediato, según señala un comunicado difundido por el secretario general de la diócesis.

De este modo, ante la notable disminución de reverendos y de acuerdo con la fidelidad a la eclesiología del Vaticano II se han iniciado dos experiencias pastorales avaladas por el Derecho de la Iglesia: los Rectores «in solidum», es decir, rectores que solidariamente sirven a una agrupación de parroquias y los Equipos de animación de Pastoral.

La primera figura encarga un oficio similar al del Rector parroquial a un titular múltiple compuesto por diversos sacerdotes que solidariamente se corresponsabilizan de la pastoral en una área geográfica homogénea, donde pueden haber una o varias parroquias.

Se rompe, de este modo, el binomio «una parroquia-un rector» por la escasez de sacerdotes y de vocación y se consigue una nueva manera de ejercer el ministerio sacerdotal, con una mejor coordinación, y una participación más destacada de los laicos.