Antonio P. S., vecino del barrio alborayense de Port Saplaya, se ha quedado sin la serpiente pitón que tenía en propiedad después de no haber hecho caso al requerimiento del ayuntamiento para que contratase un seguro de responsabilidad civil por la posesión de animales peligrosos de 120.202 euros. Según explicaron a Levante-EMV fuentes municipales, el reptil -una Pitón hembra, nacida en octubre de 2007 y con un tamaño de dos metros y 58 centímetros- fue capturada por una patrulla del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil después de que se le escapase a Antonio de su vivienda y los vecinos alertarse de que éste peligroso animal estaba recorriendo la zona de Port Saplaya.

Tras hacerse con ella, el Seprona puso a la pitón a buen recaudo. Según las mismas fuentes municipales, tras conocer la situación de la mascota, su propietario reclamó a los agentes que se la devolvieran, y estos le señalaron que para ello debía demostrar su propiedad y, sobre todo, que demostrase ser poseedor de la Licencia Municipal para la tenencia de animales potencialmente peligrosos o exóticos.

Fue entonces cuando Antonio P. S. se dirigió al Ayuntamiento de Alboraia para reclamar la licencia que le permitiera tener de nuevo a la serpiente en casa. La solicitud la presentó por registro de entrada el 12 de noviembre de 2010, y casi dos meses después el consistorio el contestó dándole un plazo de diez días para aportar, entre otra documentación, la localización de la vivienda en la que habrá de albergar el animal, un certificado de Comercio Internacional de Especies amenazadas de Fauna y Flora silvestres (Cites), así como un seguro de responsabilidad civil por importe mínimo de 120.202,42 euros.

Este requisito viene establecido en el Real Decreto 287/2002 de 22 de marzo sobre el régimen jurídico de la tenencia de animales potencialmente peligrosos, que establece la obligación de haber formalizado un seguro de responsabilidad civil por daños a terceros.

Pasado el plazo de diez días, Antonio P. S. no aportó los documentos obligatorios para poder recuperar a su mascota, por lo que el consistorio decidió tener por desistido al demandante de su solicitud de licencia municipal para tener animales peligrosos en casa. Ahora será la Guardia Civil quien decida qué hacer con la pitón.