El departamento de Urbanismo del Ayuntamiento de Gandia ha ordenado a la empresa que ejecuta las obras de urbanización del polígono Sanxo Llop, situado al sur de la ciudad, que no derribe el único molino de viento que queda en pie en esta ciudad.

En el proyecto de urbanización no se había previsto preservar ese elemento, pero el grupo del Bloc-Compromís se dirigió al Gobierno local del PP para que "salvara" el molino. La concejala Clara Carbonell ha respondido ahora que "mientras se concrete la protección que se debe otorgar al molino y se determina si se ha de conservar o trasladar", no será derribado.

Facund Puig, concejal del Bloc-Compromís, señaló ayer que esa decisión "nos llena de alegría" y añadió que ese gesto, unido a que también el Gobierno del PP ha evitado el derribo de la alquería dels Peiró, situada en el sector urbanístico de les Foies, augura que "estamos ante un cambio en la política municipal sobre la preservación del patrimonio histórico".

El molino de viento ahora salvado es uno de aquellos artilugios de tecnología americana que, entre finales del siglo XIX y principios del XX, proliferaron por buena parte de la costa valenciana. La energía eólica permitía extraer agua del subsuelo y destinarla al riego, aunque en algunos casos también se usó para industria. Gran parte de esos molinos han desaparecido.