La Guardia Civil ha procedido esta semana, por orden del Juzgado de Primera Instancia número tres de Requena, a precintar la cervecería de Chiva regentada por el sargento de Cheste que continua imputado por presuntamente hurtar las puertas de unas caballerizas. El citado negocio, situado en la calle Blasco Ibáñez de la localidad, figura a nombre de la empresa Villas Campoviejo, cuya administradora única es la mujer de este mando de la Guardia Civil. Según las fuentes consultadas por Levante-EMV, el cierre del local responde a una orden de desahucio por varias mensualidades impagadas al propietario del local, el cual alquiló el mismo hace más de año y medio a la citada empresa.

Vecinos de la calle aseguran que durante los días previos al cierre del local observaron cómo cargaban en un camión diversos enseres, por lo que el dueño del bajo presentó una denuncia temiendo que el local acabara desvalijado.

De esta forma, el Juzgado de Primera Instancia número tres de Requena adoptó como medida cautelar el cierre del pub para garantizar que no se causen daños en el mismo a la espera de que prosiga su curso la orden de desahucio, según explicaron fuentes jurídicas.

Desde hace unos meses los vecinos aseguran que no ven por el local al sargento, quien habría intentado traspasar el negocio a otras personas. Al parecer, el propietario del bajo desconocía este hecho lo que convertiría el subarrendamiento en ilegal, además de que en ese momento aún había varias mensualidades insatisfechas.

Esta cervecería, conocida por muchos vecinos de Chiva como el «pub del sargento», ya había estado envuelta en la polémica después de al menos dos denuncias de la Policía Local, una cuando carecía de licencia de actividad y la otra por haber instalado una terraza sin el permiso del Ayuntamiento. Asimismo, existen numerosas quejas vecinales por ruidos y molestias.

Gran revuelo en el vecindario

La noticia del cierre ha causado gran revuelo entre el vecindario. «Se veía venir que algo tenían que hacer», apuntó un vecino. «Algo grave habrá ocurrido para que la Guardia Civil precinte el local, en Chiva esto nunca ha pasado», añadió otro residente de la calle. Ninguno quiere dar su nombre; no quieren enfrentamientos con el sargento, que ya fue denunciado por amenazas el pasado mayo.

Además de este local, la empresa que está a nombre de la mujer del suboficial también regentaba una taberna en Cheste, pero fue traspasada este verano a otra persona. El actual propietario ha cambiado el nombre del negocio y asegura que nunca ha tenido problemas con el sargento, al que reconoce como antiguo dueño del local.