Las gratificaciones por productividad va a haber que ganárselas de forma objetiva a partir de ahora en Calp. El gobierno local llevará al próximo pleno un nuevo plan de productividades con el que, a la hora de baremar qué plus le corresponde a cada trabajador, se va a tener en cuenta hasta qué punto cumple con su obligación de ir a trabajar y de llegar a la hora. Se pone fin, con ello, a la práctica seguida hasta hace unos pocos meses, cuando el equipo de gobierno dejó de pagar productividad a la espera de que se diseñara el nuevo sistema. Con el antiguo, la productividad se asignaba de forma discrecional por la alcaldía a cada plaza, y quedaba desde entonces consolidada. Eso se traducía en situaciones curiosas, como, por ejemplo, que se abonara la productividad a trabajadores que estaban de vacaciones. Con aquel método, la productividad se repartía con independencia del cumplimiento de los horarios. Ahora, los trabajadores a los que se les peguen las sábanas por la mañana, lo pagarán con una reducción de su complemento en la nómina.

Y es que con el anterior sistema "la productividad estaba totalmente desvirtuada como incentivo variable", según el informe de Secretaría en el que se basa la propuesta del equipo de gobierno. Según sugiere el dictamen, "la productividad debe ser realmente un incentivo, una herramienta para mejorar el rendimiento de los trabajadores al servicio del ayuntamiento".

Eso es lo que busca el nuevo sistema de pago de productividades, que es una suerte de carné por puntos por el que los funcionarios y trabajadores laborales irían perdiendo puntuación cada vez que se retrasen a la entrada a su puesto de trabajo o cuando no vayan a trabajar. Cada empleado público contará con un paquete inicial del que se irán descontando puntos por la no asistencia o por llegar tarde al puesto de trabajo. Al final de cada período, los 423 trabajadores (176 funcionarios y 247 laborales)