El Ministerio de Fomento abrió ayer el nuevo enlace de la autovía A-38 con la AP-7, entre Sollana y Almussafes. La actuación, que han durado alrededor de un año, es la única gran infraestructura proyectada en la Ribera Baixa que ha logrado salvarse de los recortes del departamento dirigido por Ana Pastor. La inversión supera los 8 millones de euros. El tramo será utilizado por 23.000 vehículos a diario.