Tres de la madrugada. Todo el fin de semana por delante. El alcohol rueda sin control y hay menores en el recinto taurino instalado en la calle Almussafes de Algemesí por la feria de Sant Onofre. La vigilancia y el control es cero. El escenario lo describe Juan José S. R., un vecino de la ciudad de 45 años, casado y con cuatro hijos. Está a punto de recibir una grave cogida, que ha obligado a reconstruirle buena parte de la zona genital. «He tenido muchísima suerte y si lo cuento es por dos centímetros porque me ha dicho la doctora que una de las cornadas se ha quedado junto a la arteria femoral», relataba ayer Juan José a Levante-EMV en el hospital de la Ribera, donde está ingresado desde el viernes.

Recibió en total cuatro cornadas, tres de ellas en el muslo, con afección al escroto y a los testículos, que le han dejado heridas de unos diez centímetros cada una. «En total tienen 25 centímetros de honda», según explica el herido.