El exalcalde de Gandia, el popular Arturo Torró, y quien durante su mandato fue vicepresidente de la empresa municipal IPG, Javier Reig, afirmaron ayer que, en la operación realizada entre 2011 y 2012 para comprar la galería comercial del hotel Gandia Palace por valor de 6,7 millones de euros, fueron engañados por la empresa propietaria.

«Vipei nos engañó», reconocieron Torró y Reig después de saber que la Fiscalía de Valencia ha solicitado que ambos declaren, como imputados, al advertir un posible delito de prevaricación que se habría cometido cuando Torró, por decreto, perdonó a Vipei el pago de 1,3 millones de euros en concepto del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) a cuenta de los 6,7 millones del valor total de la compra.

Según indicaron, nadie de Vipei, la empresa propietaria del hotel, les comunicó que sobre ese inmueble pesaba un embargo, y que cuando tuvieron conocimiento de ello trataron de abortar la operación. Eso ocurrió cuando el IBI ya había sido perdonado, si bien posteriormente el ayuntamiento volvió a exigir el pago de ese impuesto, algo que Vipei, en concurso de acreedores, no ha realizado.

Aunque Torró y Reig argumentan que fueron engañados por Vipei, los dos insisten en que, en su concepción, la compra de la galería del hotel de la playa era una operación «impecable» y que «nunca hicieron dejación de funciones» para exigir el pago del IBI. Fue cuando se dieron cuenta de que la compra no se podía completar, aunque atendiendo al actual Gobierno local, la firma de la escritura sitúa al Ayuntamiento de Gandia como el propietario «a todos los efectos» de ese inmueble. Respecto a la acción de la Fiscalía de investigar el caso, Torró y Reig lo atribuyen a que el denunciante, el socialista Vicent Mascarell, no aportó toda de la documentación existente, algo que ellos harán en el caso, más que probable, de que sean citados.