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Los camioneros, con fama de hombres duros hechos así mismos, tienen que combatir no sólo con la subida de los carburantes, la crisis del transporte o el cansancio de toda una noche al volante. Su nuevo enemigo son los llamados piratas del asfalto. Delincuentes que surcan las autovías y autopistas españolas, abordando camiones para desvalijar su cargamento, aprovechando cualquier descuido o utilizando la violencia.

Son precisamente las carreteras valencianas las que más padecen el azote de esta nueva delincuencia, en especial en las áreas de descanso del llamado corredor mediterráneo. De hecho, según un informe de la Europol, en el año 2006 se cometieron 439 robos a camiones en la Comunitat Valenciana. De éstos, 334 fueron robos con fuerza, mientras que los otros 105 fueron delitos de robo con violencia, según detalla el informe policial.

A tenor de estos datos y teniendo en cuenta que los sistemas de videovigilancia de las áreas de servicio no cubren la zona del aparcamiento de camiones, la Federación Nacional de Asociaciones de Transporte de España (Fenadismer) ha solicitado al Ministerio del Interior la creación de una unidad de vigilancia específica de la Guardia Civil que incremente el control de las principales rutas de transporte, así como las áreas de descanso y polígonos "ante el fuerte incremento de robo de camiones de estos últimos meses", según aseguró Juan José Gil, presidente de Fenadismer.

Cada vez más violentos

Un informe elaborado recientemente por Europol relativo a los robos de mercancías en los vehículos de transporte pone de relieve que "las organizaciones criminales están actuando de forma más violenta en términos de ataques físicos a los conductores profesionales". Uno de estos últimos robos violentos fue el ocurrido recientemente en la M-40 de Madrid, cuando cuatro encapuchados, armados con barras de hierro, asaltaron un camión que transportaba tabaco.

Los asaltantes cruzaron un vehículo en plena vía para forzar al camionero a frenar. Una vez consiguieron detener el camión, los delincuentes obligaron a bajar, mediante golpes, al transportista y a su acompañante, a quienes dejaron abandonados llevándose su transporte. La mercancía estaba valorada en 300.000 euros.

Esta práctica, que consiste en bloquear el paso del camión con otro vehículo, es una de las nuevas técnicas utilizadas por estos piratas del asfalto, pero no es la única.

Habitualmente los ladrones roban al despiste en los camiones de reparto rajando la lona, según confiesa Juan José Gil. También se han dado casos en que los delincuentes adormecen a sus víctimas con gases somníferos que introducen por los conductos de aire acondicionado.

Otras técnicas utilizadas por los criminales es simular un accidente en carretera para obligar al transportista a parar o la de utilizar uniformes de policía para fingir un falso control en carretera. Incluso se han llegado a detectar empresas ficticias de transporte que ofrecen sus servicios a precios más económicos. Una vez cargado el camión desaparecen con la mercancía.

Juanjo G., camionero valenciano, fue víctima de un robo con intimidación cuando se encontraba parado en un área de descanso de la A3, a la altura de la localidad madrileña de Perales de Tajuña. "Tuve que hacer noche allí y se dio la coincidencia que en ese viaje mi mujer se vino conmigo", recuerda el transportista, que llevaba un cargamento de instrumentos musicales.

Mientras dormía en la parte delantera del tráiler uno de los asaltantes lo despertó. "Me encañonó con una pistola y me dijo que no me moviera o me pegaba un tiro". El otro delincuente rompió el precinto de la carga y abrió el contenedor, mientras su compinche mantenía a ralla al camionero para que no pudiera pedir ayuda. No obstante, los ladrones fueron sorprendidos y sólo pudieron huir con una caja de instrumentos como botín.

"Me tocó pagarlo de mi bolsillo", critica el camionero, quien explica que la argumentación que le dio la aseguradora es que como "no me llegaron a pegar tenía que pagar los 170 dólares que valía la caja sustraída".

De hecho, este es otro problema al que tienen que hacer frente los transportistas valencianos, quienes deben adelantar el pago de la mercancía a la espera de cobrar luego el dinero del seguro. "Si te roban la mercancía del contenedor, el autónomo tiene que pagar al transitario y éste al cliente el importe de la carga sustraída, pese a que tenga seguro de robo", explica Javier Gimeno, presidente de Transcont.

"Posteriormente, será el seguro el que cubra este gasto, pero a lo mejor tiene que esperar todo un año", apuntó. Ello conlleva que si el importe de lo robado es muy elevado y el transportista lo tiene que adelantar de su bolsillo, "muchos se arruinan al no poder hacer frente a este desembolso inicial", lamentó el transportista.