Carlos Osoro recibió el báculo de arzobispo de Valencia con unas palabras, las primeras, pronunciadas en valenciano. Fue un gesto. Ayer, día de la Inmaculada, el mitrado cántabro dio otro paso lingüístico en la era post García-Gasco que trasciende el mero simbolismo. Osoro se mostró "a favor" de consensuar un misal en valenciano con el resto de obispos de la provincia eclesiástica. Se trata del libro litúrgico oficial en lengua autóctona que reclaman el ala progresista de la Iglesia y la Acadèmia Valenciana de la Llengua. Será la herramienta de trabajo que permita a los curas decir misa en valenciano con un texto aprobado por la archidiócesis y bendecido por el Vaticano. Este proyecto recibió el bloqueo sistemático del anterior arzobispo, Agustín García-Gasco. Pero ayer, Osoro giró el timón hacia la normalización del valenciano en las iglesias de la Comunitat.

Lo hizo, eso sí, con la inevitable prudencia eclesiástica. Aunque Osoro se declaró "a favor" de "todo lo que venga bien para anunciar a Jesucristo", el misal en valenciano "no es una cuestión sólo del arzobispo de Valencia", dijo. "Ahí se tienen que poner de acuerdo todos los obispos de la provincia eclesiástica para hacerlo, y pedirlo primero, pero tenemos que estar de acuerdo todos", insistió el prelado.

La situación parece propicia. Al menos, mucho más que en 2004, cuando los tres obispos valentinos rechazaron la propuesta de misal en lengua propia que había elaborado la Acadèmia Valenciana de la Llengua. Esta esperanza se basa en dos razones. Primero, por la renovación de la jerarquía en las sedes valencianas. En 2004, el arzobispo era el conservador García-Gasco; la diócesis de Segorbe-Castelló la gobernaba Juan Antonio Reig Pla, quien recientemente ofició la misa en Paracuellos con una bandera franquista; y la sede de Orihuela-Alicante (mucho menos interesada en la cuestión lingüística) estaba dirigida por Victorio Oliver. Ahora, en cambio, los tres obispos son nuevos y al frente de la archidiócesis ha sido sustituido el "obstáculo" de García-Gasco" por un prelado cómplice con la lengua autóctona, según describe Emili Marín, sacerdote progresista y director de la revista cristiana Saó.

Ya hay "paz lingüística

El segundo motivo de esperanza tiene que ver con el contexto lingüístico. En 2004, los obispos rechazaron adoptar el misal en valenciano alegando la falta de "paz lingüística" y la inexistencia de "un acuerdo definitivo" sobre la lengua. Desde 2005, en cambio, ya hay un Diccionari Ortogràfic y una Gramàtica aprobada por la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL). Al menos a nivel institucional, ya hay paz lingüística en la Comunitat Valenciana. Nihil obstat, pues.

Además, Osoro recibió el pasado verano una carta privada remitida por medio centenar de sacerdotes valencianos que le exigían "con urgencia" la adopción del misal en valenciano elaborado por la comisión de textos religiosos de la AVL. Así lo reveló ayer a Levante-EMV uno de los firmantes de aquella misiva enviada al palacio arzobispal. "Desde entonces no hemos obtenido respuesta. Pero el silencio ha confirmado que, al menos, el nuevo arzobispo no era contrario ni esgrime el peso del sector blavero en la diócesis valenciana para esquivar el tema", asegura este cura.

El obispo de Alicante toma nota

También se han producido avances en otros frentes. Según ha podido saber este periódico, el obispo de Orihuela-Alicante, Rafael Palmero (de Zamora), recibió el pasado 4 de noviembre a los representantes de la AVL y les dijo que su propuesta de misal en valenciano -finalizada en 2008 tras seis años de trabajo- era "un trabajo muy maduro" del que tomaba "nota". El obispo de Segorbe-Castelló, Casimiro López (nacido en Soria), tampoco parece dispuesto a oponerse a una corriente valencianista que en su diócesis tiene especial predicación.

Nace en Valencia el Centro de Orientación Vocacional para captar a futuros sacerdotes

El arzobispo de Valencia, Carlos Osoro, bendijo ayer la sede del nuevo Centro de Orientación Vocacional (COV) de la archidiócesis de Valencia, constituido por el prelado mediante un decreto y que comenzará a funcionar esta misma semana, según informó el Arzobispado en un comunicado.

En la ceremonia de bendición participaron los obispos auxiliares de Valencia, Esteban Escudero y Enrique Benavent, así como varios miembros del consejo episcopal y los rectores, formadores y estudiantes de los Seminarios Mayor y Menor de Valencia.

El centro, ubicado en la calle Cavallers de Valencia, fue erigido por monseñor Osoro con el objetivo de "crear un ámbito idóneo para el acompañamiento personalizado de jóvenes a partir de los 18 años que, a consecuencia de su seguimiento del Señor, se están planteando su vocación", explicaron fuentes del COV. En concreto, según consta en el decreto firmado por el arzobispo, el centro promoverá "servicios de acogida, acompañamiento y discernimiento vocacional", así como "campañas y encuentros de adolescentes y jóvenes para el fomento de las vocaciones".

Osoro designó a cinco sacerdotes como integrantes del COV: Javier Grande, rector del Seminario Menor de Xàtiva que ejercerá de coordinador del nuevo centro; Jorge Morant y Fernando Enrique Ramón, rector y vicerrector del Seminario Mayor, respectivamente; Francisco Javier Martínez, consiliario del movimiento diocesano Juniors; y Óscar Benavent, presidente de Infancia y la Juventud.