La Ciudad de Artes y las Ciencias ha convertido en procedimiento de cabecera el negociado sin publicidad para contratar obras y servicios. El 60% de los contratos difundidos por la propia empresa pública el año pasado se realizó empleando este procedimiento. La tendencia es superior incluso a la del ejercicio de 2008, cuando, según la Sindicatura de Cuentas, el complejo diseñado casi en su totalidad por Santiago Calatrava prefirió la contratación a dedo en el 39,6% de los casos y por un importe total de 5,7 millones de euros.

El año pasado el volumen adjudicado por procedimiento negociado sobrepasó ampliamente la cifra de 2008. No en balde, Cacsa optó por tramitar de manera urgente la ejecución de las obras de urbanización de la conexión del Museo de las Ciencias con el Ágora, por debajo del Puente de Serrería. El contrato se adjudicó el 5 de agosto a la UTE Agora que componen Lubasa, Rover Alcisa y Cyes por algo más de 6 millones de euros más IVA, lo que elevó el importe total de adjudicación a 7 millones de euros. El equipo directivo justificó entonces la urgencia para la celebración del Open de Tenis. Aunque se adecuó parte del terreno con motivo de tenis las obras de urbanización continúan ahora.

La política de contratación ha provocado algunos recelos en el seno de la empresa. Cacsa adjudicó también por procedimiento negociado a una sociedad civil denominada Bosco la contratación de la redacción del proyecto y dirección facultativa de las actuaciones del "plan de mejora de los espacios" de la Ciudad de las Ciencias. Bosco tiene como uno de los responsables a César Mallent, hermano de María Ángeles Mallent, quien ejercía de número dos del ex director de Cacsa, Jorge Vela. El contrato se adjudicó el 19 de mayo de 2009 por cerca de 60.000 euros. El plan de mejora consistía básicamente en renovar las pantallas y señalética interior. El suministro de estas pantallas se contrató finalmente con Info World White Web por importe de 90.821 euros y también por procedimiento negociado "por cuantía" . Ferromovel suministró la señalética del plan de mejora por 74.567 euros, también con un contrato a dedo. En ambos casos se recurrió a la invitación previa de las empresas suministradoras del proyecto supervisado por el hermano de Mallent.

La llegada del nuevo director de Cacsa, Pedro García Ribot, ha supuesto que Mallent haya perdido ascendente en la toma de decisiones, aunque aún controla el área jurídica, de contratación, personal e infraestructuras.