El anillo de crecimiento de los árboles constituye una fuente inagotable de pistas para investigar el pasado y han contribuido notablemente a la datación de muchos asentamientos humanos gracias a la madera utilizada en su construcción. La dendrocronología es una técnica de datación que aprovecha el distinto crecimiento que experimentan los árboles cada año. A cada anillo un año, pero también la anchura de estos anillos e incluso su color ofrecen pistas que en ojos expertos son como un libro abierto sobre el pasado. En los últimos años, el estudio de los anillos de crecimiento de los árboles es uno de los instrumentos utilizado para investigar la existencia del cambio climático. Los árboles actúan como un registro tan fiable como el del hielo polar, donde también es posible seguir la evolución del clima . Ya en 2002, la revista "Science" publico un trabajo conjunto de investigadores norteamericanos y suizos basado en el análisis de los anillos de árboles centenarios. El estudio, que se apoyó en los árboles de 15 emplazamientos diferentes situados en tres continentes, concluyó que la Tierra había registrado ya cambios rápidos y largos periodos de recalentamiento en épocas en las que los gases de efecto invernadero no estaban presentes en la atmósfera como ahora. Los investigadores no refutaron el cambio climático, solo confirmaron que en el pasado hubo otros calentamientos similares al actual.