Se contaba con un resultado ajustado y la votación del domingo de Primarias confirmó las expectativas. El diputado en el Congreso Joan Calabuig es desde anoche oficialmente el candidato de los Socialistas Valencianos a la alcaldía de Valencia y el próximo 22 de mayo se enfrentará a Rita Barberá.

Calabuig, que contaba con el respaldo de las ejecutivas nacional y local del PSPV, obtuvo 702 votos, el 56, 7% de los 1.254 sufragios emitidos, mientras que el candidato alternativo, Manuel Mata, recibió el apoyo de 543 militantes (43,3%). Hubo dos papeletas en blanco y siete nulas. Ni Mata ni Calabuig, al que la recogida de avales otorgaba cierta ventaja de partida, sufrieron fuga de firmas hacia el rival. El vencedor incorporó el apoyo de 142 militantes sobre los avales que tenía; Mata, por su parte, añadió a sus 427 firmas otros 116 votos.

El resultado incierto propició la movilización de la militancia: 1.254 afiliados se pasaron ayer por las urnas (70,62%), cifra que supera sobradamente a los 1.041 que ejercieron su derecho al voto en las últimas primarias, celebradas hace ocho años. El censo lo forman 1.763 militantes.

La victoria de Calabuig, pese a no contar con un margen excesivamente amplio (159 votos), avala la apuesta de Alarte, que sometía su liderazgo en la ciudad a examen al haber impulsado la candidatura de Calabuig. Éste contó con el apoyo de buena parte de las familias tradicionales de la ciudad (parte de los lermistas, FSP, y los afines a Ábalos y Rubio) aunque Mata también se impuso, por su parte, en cinco agrupaciones.

Manuel Mata aceptó la derrota con elegancia y se puso a disposición del partido para la campaña electoral: «Me encantaría agradecer a todos los colaboradores, que han sido pocos pero muy voluntariosos, que hemos reescrito una página muy bonita del socialismo valenciano. Haremos todo lo posible, yo personalmente, para ayudar a este partido para que alcance todas las instituciones y esta lección de democracia siga profundizando».

Poco después y también en el vestíbulo de la sede de Blanqueries, Joan Calabuig, en sus primeras palabras como candidato, hizo «un llamamiento a todos los ciudadanos a sumarse a este proceso de cambio». Calabuig insistió en la idea: «Esta ciudad necesita cambiar ya después de 20 años de gobiernos del PP. Queremos construir ese puente hacia el futuro».

El vencedor de las Primarias prometió cambiar las «prioridades» del ayuntamiento si llega a alcalde, para poner a «las personas, primero». «Un proyecto colectivo para los que viven en la calle Cirilo Amorós y para los que viven en Islas Canarias, para los del Valencia y los del Levante, para los de la Falla Na Jordana y Nou Campanar».

Calabuig será el sexto cabeza de cartel del PSPV que se enfrente a Rita Barberá desde 1991. Desde entonces no ha habido un socialista que aguantase más de un intento ante la alcaldesa «imbatible». Aurelio Martínez, Ana Noguera, Rafael Rubio y Carmen Alborch han salido derrotados desde entonces. Ninguno de ellos consiguió igualar los 13 concejales ni el 37% de votos de Clementina Ródenas de hace 19 años. 23 puntos separan actualmente al PP del PSPV en Valencia.

Calabuig, licenciado en Derecho, casado y recién entrado en los 50, se afilió al partido en 1976. Ha sido secretario general de Joves Socialistes entre 1981 hasta 1985 y presidente de la Unión Internacional de los Jóvenes Socialistas, entre 1985 y 1989. Fue diputado en las Corts Valencianes entre 1983 y 1989, en 2004 se marchó a Bruselas como eurodiputado, cargo que ostentó hasta 2008, cuando cambió su escaño por otro en Madrid como diputado en el Congreso.

Lermista e integrado

Pese a su filiación lermista —iba en el equipo de Ximo Puig, que salió derrotado por Jorge Alarte en el congreso de 2008—, Calabuig fue integrado por el secretario general en su ejecutiva nacional. La sintonía entre ambos culminó el pasado 13 de septiembre, cuando Alarte le elevó como candidato oficial después de que Carmen Alborch anunciase su retirada. Desde anoche aspira oficialmente a la alcaldía de Valencia por el PSPV.

SMS de «fair play», versos y fiestas en Ciutat Vellaz

Los socialistas de Valencia volvieron a celebrar unas Primarias ocho años después de las últimas, cuando Rafael Rubio se impuso a Ana Noguera en junio de 2002 en la pugna por la cabeza de cartel para las municipales de 2003. Como se esperaba tras una campaña de buenos modales, no hubo incidentes en ninguna de las 17 agrupaciones, salvo las habituales incomparecencias en la constitución de las mesas que obligaron a echar mano de los suplentes. Y en Extramurs, donde votaba Manuel Mata, se conformó una mesa de pedigrí, con el ex conseller Segundo Bru entre los vocales.

Por lo demás, fue una jornada de «ambiente relajado», señalaban desde el PSPV, y hasta el último momento primó el «fair play». Manuel Mata, el aspirante que desafiaba al candidato oficialista, llamaba al voto a primera hora a través de mensaje de móvil: «Sòc Manolo Mata, és l´hora de la democracia. No deixes de votar, és el teu dret i la teua responsabilitat. Vota el que tú penses! En consciència i lliurement».

Calabuig también apeló al SMS el sábado por la tarde para agradecer a los militantes la asistencia al debate celebrado en Blanqueries y, de paso, invitar a la fiesta de fin de campaña en Music Box, una discoteca de calle Pintor Zariñena. Porque hubo fiesta para celebrar las Primarias. De las dos candidaturas. A escasos metros, Mata se reunía con su gente en Ca Revolta. Los dos eligieron el centro histórico para relajarse en la víspera de la votación tras una intensa campaña.

Les esperaba un día duro, pero desde Internet también llegaban ánimos: «Creemos en ese aire fresco que vas a traernos», le decían a Calabuig en facebook. Entre los partidarios de Mata, la diputada Isabel Escudero apelaba a unos versos de Ángel González para desear suerte al aspirante.

A las 11 de la mañana de ayer domingo comenzaba la jornada para ellos. Mata votaba a las 11 en la agrupación de Extramurs mientras que media hora después lo hacía Calabuig en la agrupación de l'Eixample.