Un joven de Cullera falleció y otro resultó herido grave en un accidente de tráfico ocurrido el sábado por la tarde cerca de la localidad de Dajla, en el Sahara Occidental, donde habían acudido a pasar el puente festivo, según confirmó anoche la propia familia. Los dos viajaban en un todoterreno que habían alquilado junto a un guía y el conductor cuando, como consecuencia de un reventón en una rueda, éste perdió el control del vehículo, que acabó volcando.

Como consecuencia del siniestro falleció Javier Aranda Rionegro, de 25 años, mientras que su compañero Juan Antonio Peinado Pedrós, de 30 años, también de Cullera, resultó herido grave y fue trasladado ese mismo día al hospital General de Gran Canaria Doctor Negrín, donde permanece ingresado en la Unidad Médica Intensiva con diversas fracturas y un fuerte golpe en el pecho con pronóstico grave.

En la madrugada de hoy algunos familiares y allegados del herido tenían previsto coger un vuelo en Manises en dirección a Las Palmas para estar a su lado, mientras que, por otra parte, el cuerpo de Javier Aranda parece que no podrá ser repatriado hasta el jueves.

Se da la circunstancia de que Javier había estado en el Sahara en las pasadas Navidades colaborando con una ONG y tenía previsto regresar el próximo mes de diciembre con el mismo fin, según explicó ayer su madre, que recibió la trágica noticia cuando el domingo por la tarde trabajaba en una cafetería de su propiedad, en la zona turística de Cullera.

«Que lo traigan pronto a casa»

«Me quería morir, quiero que le traigan pronto a casa», comentó Rosa Rionegro, mientras recordaba que su hijo tenía el billete para regresar ayer a Casablanca, donde había dejado su vehículo.

Según su relato, a Javier, albañil de profesión, viajaba con cierta frecuencia al Sahara: «Le gustaba mucho ir con el quad, salir con excursiones organizadas y también iba mucho por el Sahara», señaló, mientras indicaba que en este caso había ido con un amigo «a pasar el puente porque le apetecía». Con todo, comentó emocionada que al entrar en su piso después de conocer lo sucedido habían encontrado «ropa de niño y zapatitos preparados para llevarlos cuando regresara en Navidad».

Rosa Rionegro relató que, por la información que había recibido, incluso después de accidente los ocupantes del vehículo habían sufrido un robo en el que les habían quitado «lo poco que llevaban» —salvo la documentación— que al propio Juan Antonio Peinado le habían sustraído un reloj y, al parecer, también una cadena.

El Consulado General de España en Rabat se mantiene en contacto con las autoridades marroquíes para llevar a cabo las gestiones correspondientes en torno al siniestro, mientras que el ministerio español de Asuntos Exteriores y Cooperación se ha puesto a disposición de la familia para facilitarle en la medida de lo posible los trámites de repatriación del fallecido, informa Europa Press.

Compleja repatriación

La madre comentó que el «papeleo» es muy complicado y que, al parecer, el cuerpo, que se encuentra en el hospital Hassan II de Dajla, no llegará a Cullera hasta el próximo jueves. Su madre explicó que le habían consejado no viajar al Sahara Occidental ya que desde el consulado hasta el lugar donde está el cadáver de u hijo hay «ocho o diez horas de viaje en coche». La familia de Javier Aranda, originaria de la provincia de Zamora, reside en Cullera desde hace 22 años.