Un día después de que la Fiscalía acusara a Francisco Camps de un presunto delito de cohecho pasivo que le deja a un paso del banquillo, el presidente apareció en público y se plantó ante los periodistas, pero no dio una respuesta. En realidad hizo como si nada hubiera pasado: "Los sondeos van aumentando de tal manera la ventaja con el PSPV que podemos estar ante un éxito sin precedentes", dijo cuando le preguntaron por la multa de 41.250 euros que pide la Fiscalía por aceptar trajes de la trama Gürtel. Hay que centrarse "en lo que realmente vale la pena", apostilló el presidente.

El jefe del Consell respondía así a los periodistas en la puerta del salón de Alzira donde ayer el PP de Valencia exaltaba a sus candidatos a las elecciones del 22 de mayo en los municipios de más de 20.000 habitantes. Un acto para el que no estaba prevista su presencia hasta la víspera -tras conocerse la acusación del fiscal- y que se convirtió en un baño de masas, con el respaldo de los consellers Vicente Ramba, Gerardo Camps, Manuel Cervera o Sánchez de León; el portavoz nacional del partido, González Pons, y el presidente de la diputación, Alfonso Rus. Casi diez minutos tardó el presidente en atravesar un salón abarrotado de militantes que le querían saludar.

Ya en su discurso, Camps tampoco hizo referencia explícita a su estatus judicial. Quizá cuando dijo que no va a dar "ni un paso atrás" y no va a conceder "ni un minuto a aquellos que chillan al margen del camino". O como cuando apuntó que Zapatero "ha intentado ganar con todo tipo de artimañas" en Valencia. Nada más.

El presidente, en una intervención de tono mitinero, auguró una victoria en "todos" los municipios el 22 de mayo. Además, Camps realizó una defensa cerrada de su gestión: "Le hemos dado la vuelta a la imagen de la Comunitat Valenciana, hemos conseguido que sea imagen de modernidad y futuro"; "la mejor gestión jamás realizada", insistió.

En este sentido, el dirigente llevó su discurso al terreno de la identidad y asoció la autoestima de los valencianos al éxito electoral del PP: "El PP es el que un día dijo no a la mediocridad, a lo gris y dijo sí al futuro, la prosperidad; dijimos basta, no queremos más socialismo en esta tierra, no queremos ser una comunidad de segunda y ahora somos importantes, una gran comunidad, e interlocutores en España y en el exterior".

"Yo sé cómo quiere ser Valencia"

En la misma línea, el líder de los populares volvió a identificar a su partido con toda la Comunitat Valenciana: "Esta tierra se puso en pie y seguirá caminando. [...] Somos los mejores analistas de nuestra comunidad, los que sabemos qué es esta sociedad. Por eso cuando leo los análisis hechos en otros lugares me doy cuenta de lo equivocados que están: no nos conocen". Y añadió: "El PP ha sufrido igual que todos los valencianos en la historia. Yo tengo esas preocupaciones en mi corazón. Yo sé cómo queremos que sea la Comunitat Valenciana. El PPCV escribe con las líneas que le dicta el corazón de lo valenciano. Y eso es indestructible. Por eso el PPCV está más fuerte que nunca, porque sigue escribiendo al dictado de los valencianos y no de nadie que no conoce a los valencianos".

Para terminar, Camps volvió a recordar a Rajoy el peso de la Comunitat para la cosecha de votos del PP en cada cita electoral: "Este partido ha contribuido a la prosperidad de la Comunitat y a la fortaleza del discurso nacional y por tanto a parar a Zapatero. La Comunitat es la referencia para saber que la etapa de Zapatero se acaba y empieza la de Rajoy", concluyó.

Rus: "Estar imputado es ir allí, tocar la guitarra y a casa"

El de ayer estaba previsto como el acto final que reuniera a todos los candidatos municipales de la provincia de Valencia tras cuatro años de encuentros los sábados por la mañana: los famosos almuerzos patrocinados por el líder provincial del PP, Alfonso Rus. Sin embargo, el efecto Gürtel convirtió el encuentro de Alzira en un cierre de filas en torno al jefe del Consell, Francisco Camps. Con Rus al frente: "Tenemos el mejor partido, los mejores candidatos y el mejor presidente". "La persecución de nuestro presidente, nuestro amigo, es de juzgado de guardia. Una persecución al dictado. Porque es el mejor. Si no fuera el mejor no le harían ni caso". Camps es "el que más trabaja, el que más se preocupa, el más honrado", añadió. Ya metido en faena, Rus apeló a su habitual humor para restar importancia al trance judicial de Camps: "Eso de estar imputado es ir allí, tocar la guitarra y a casa". "Es ir allí, te hacen la foto y cuando pasan las elecciones, anulado. Y al final piensas, ¿será casualidad? ¿Lo habrán hecho adrede?", insistió.

Con todo, el propio Camps quiso otorgar a Rus su cuota de protagonismo en el acto ideado por él y le devolvió el homenaje: "Alfonso es un gran político y un gran valenciano. Es lo que le pido a todos los candidatos". No se acordó el presidente, sin embargo, del tercer protagonista de la mañana, Esteban González Pons. j. l. g. ALZIRA