El coste del bono mensual de las plazas de aparcamiento del nuevo hospital La Fe, que asciende a 90 euros, está a punto de desatar una revuelta entre los empleados de todos los estamentos, ya sean médicos, celadores, administrativos, informáticos, pinches de cocina o vigilantes de seguridad. Todos se oponen a las tarifas impuestas por la empresa privada que explota las 1.700 plazas de aparcamiento, 600 de las cuales se han asignado a personal sanitario con precios más asequibles.

El requisito para acceder a una de esas 600 plazas es la antigüedad en el hospital, "si bien hay personas que estuvieron presentes cuando se puso la primera piedra de La Fe de Campanar que tampoco han llegado a ellas", declaraba enfadado un especialista que asegura que aparcar en el nuevo centro hospitalario es más caro que hacerlo en Nuevo Centro. "Todo parece -agregó- que quieren que seamos nosotros los que paguemos el hospital".

"Es una injusticia", añadía una enfermera que a diario se ve involucrada en la caravana de coches que buscan a la desesperada un sitio donde dejar el vehículo.

La empleada lamentaba también que muchos compañeros han pasado ya por la multa de la grúa, "y eso que llevamos solo unos días".

Otro médico se quejaba del sistema utilizado para recoger los documentos que acreditan la antigüedad de permanencia: "Nos los pedían, los cogían a montones y se los llevaban, sin tan siquiera dejar constancia de un registro de entrada".

La Junta de Personal ha recibido ya centenares de quejas de los empleados (en el centro trabajan cerca de 7.000) y en breve anunciarán medidas de presión, según indicaron fuentes próximas al centro.

Por otra parte, la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, bromeó ayer con la situación de colapso que sufre el nuevo hospital la Fe de Valencia por la falta de aparcamiento."Si no hubiera habido algún problema supondría que somos perfectos como Mary Poppins y somos casi perfectos, pero no del todo".

En relación a los atascos por el problema de acceso al aparcamiento del hospital -sólo hay una entrada, estrecha, en el bulevar sur- la regidora dijo que se ha buscado la mejor solución.

Barberá apuntó que estas grandes infraestructuras implican "un cambio profundo en la estructura del transporte" que "se debe normalizar" y que requiere tiempo.

"Sólo lleva una semana funcionando", recalcó.