Se precintó en 2008, en 2009 y, de nuevo, ayer, a eso de las 16 horas. El club Majestic -que funciona como hostal de una estrella desde diciembre de 2004- recibió ayer la enésima visita de la Policía Local de Valencia, que procedió a sellar las instalaciones, según explicó a este diario Pilar Monreal, la primera dueña del negocio, que, según contó, traspasó en septiembre de 2010 a otro empresario. Pilar Monreal denunció ante la Fiscalía Anticorrupción haber sido víctima de una presunta extorsión, según la cual tuvo que pagar hasta 42.000 euros y un Rólex como peaje para que el ayuntamiento le otorgara la licencia de actividad, que nunca le otorgó, o que no le precintara el local.

Según la versión de Monreal, el dinero y el regalo le fue entregado a José Luis Bayo, expresidente de Nuevas Generaciones del PP en Valencia y exvicesecretario de la Federación Valenciana de Municipios y Provincias (FVMP). Monreal ha reiterado varias veces que el dinero lo recaudaba Bayo "presuntamente" para el concejal Vicente Igual, según asegura que le decía el supuesto intermediario. El edil no sólo negó categóricamente su implicación sino que anunció que iba a los tribunales a defenderse.

La hija de Pilar Monreal acudió a su "amigo" Bayo para que mediara para rebajar o anular las supuestas mordidas y para que acelerara el expediente de una licencia de actividad, que se solicitó en 2004. Pese a ello y a las constantes visitas policiales, el local ha permanecido abierto, al menos hasta ayer, según contó Monreal y ratificó su abogado, Manuel Barrios. Según el letrado, al pasar seis meses sin que hubiera respuesta municipal, entendieron en su día que el "silencio administrativo es positivo". Pero luego, el consistorio dictó un "acto administrativo de cese de actividad". "Pedimos la suspensión del acto y el ayuntamiento cometió el error de dejar pasar un mes y no contestar", señaló. Por eso ha permanecido abierto el local, explicó. Con todo, la empresaria presentó en junio de 2009 un recurso contencioso-administrativo, que en la actualidad está pendiente de resolución en el TSJ valenciano, según la denunciante.

Mientras recibía visitas policiales por las quejas vecinales y para inspeccionar si el local se ajustaba a las exigencias de un hostal, Monreal sostiene que la chantajeaban. En vísperas de las elecciones de 2008, le pidieron, a través de Bayo, otros 100.000 euros, según relata. No accedió al pago porque, asegura, la crisis le afectó. Y eso que la lista de vips con pase oro -exclusivo para clientes selectos- nunca dejó de crecer.

¿Por qué no denunció entonces? No quería perjudicar a un José Luis Bayo que, para ella, era un aliado frente al consistorio. Tampoco a su hija, con la que aún no había roto.

Fallas y moros y cristianos

Por eso, a finales de 2008 -justo un 22 de diciembre, día del sorteo de la Lotería- no llegó a pisar el juzgado cuando ya estaba resuelta a presentar denuncia. En esas fechas, su hija Noemí Monreal estaba encarando la recta final de su reinado como Fallera Mayor de Paseo de la Alameda-Avenida de Francia, esto es, la glamourosa falla de las Arts i les Ciències. Habría sido un escándalo mayúsculo.

A finales de enero de 2008 se realizó la grabación de audio a José Luis Bayo, según la denuncia. Monreal quiso que la cúpula del PP conociera ese audio. Según los populares, para chantajearlos. La socia de despacho del abogado de Monreal era amiga de Adela Pedrosa, ex secretaria general del PP y hoy alcaldesa de Elda. La letrada y Pedrosa desfilaron juntas en los moros y cristianos. Por eso, el despacho la llamó para que escuchara las cintas. Pedrosa lo trasladó al vicesecretario del PP David Serra, quien fue grabado por la dueña del Majestic. En la charla, Serra le dice que haga lo que considere.

Otra notable del PP con la que contactó fue la concejala Marta Torrado, por la relación de parentesco entre el novio de la hija de la exdueña del Majestic y un familiar de la edil. Lo cuenta Monreal, quien asegura que la puso al corriente de todo en una conversación de veinte minutos. Torrado arguye que le colgó rápidamente.

El PSPV pregunta por qué Barberá no denunció al local por no cerrar

El portavoz adjunto del grupo municipal socialista, Juan Ferrer, pidió ayer al consistorio que explique "por qué nunca denunció en los juzgados a la propiedad del local Majestic pese a que había incumplido las órdenes de cese de actividad y que había quebrantado el precintaje de las instalaciones". Ferrer señaló que, de la lectura del expediente municipal sobre el establecimiento -en que no consta denuncia alguna ante el juzgado-, "se deduce que las explicaciones aportadas por el delegado de Actividades, Vicente Igual, son claramente insatisfactorias", pues "solo abarcan su parte de la actuación en el asunto".

Por eso, dijo, "hay demasiadas incógnitas en las relaciones municipales con el Majestic como para dar carpetazo político al caso".

El concejal popular Miquel Domínguez acusó a Ferrer de "tratar de manipular" el caso Majestic para "sacar beneficio electoral".