Un planeador submarino o "glider" recorre desde enero las aguas valencianas con el objetivo de recopilar todo tipo de datos en tiempo real con los que mejorar la preservación de la biodiversidad marina, profundizar en los conocimientos sobre la estructura y funcionamiento de los hábitats costeros y controlar la calidad del agua de la costa.

El aparato, de 1,5 metros por 0,2 metros y que pesa 52 kilos, se ha diseñado para rastrear una zona concreta ubicada entre Valencia y las islas.

El planeador puede sumergirse a una profundidad de mil metros con una autonomía de un mes y, a diferencia de otros vehículos submarinos, no tiene hélices ni cables que lo mantengan amarrado a una embarcación. El glider está diseñado para ser propulsado por cambios en la flotabilidad, lo que reduce el consumo de energía. Contiene además dos ordenadores, sensores oceanográficos, equipamiento de comunicaciones y baterías eléctricas, y cada seis horas emerge a la superficie y envía todos los datos que ha recabado en este tiempo. El receptor de toda esta información es el Sistea de Observación Costera de Balears (Socib), centro que ha sido el encargado de impulsar y desarrollar este proyecto frente a las costas valencianas.

El director de Socib, Joaquín Tintoré, subrayó durante la presentación del planeador submarino la importancia de la zona analizada por ser "un punto caliente en todo el mundo".

Según explicó, es un zona de transición entre aguas atlánticas y mediterráneas, lo que tiene un gran interés físico y biológico, ya que posibilita una mayor presencia de determinadas especies como el atún o las medusas. Los datos que recoge en tiempo real (velocidad, temperatura, salinidad del agua, entre otros) servirán para mejorar el sistema de predicción de corrientes marinas y oscilaciones en puertos y bahías, y para investigar la variabilidad de los ecosistemas, el aumento del nivel del mar, o el cambio climático, entre otras cuestiones.

El Socib comenzó su actividad en 2010 gracias a la colaboración entre el Ministerio de Ciencia y Tecnología y, próximamente, el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), así como del gobierno balear.

Así, la Comunitat Valenciana también se beneficiará del hecho de que las vecinas Baleares sean la sede de esta infraestructura, ya que es una instalación científica llamada a ser un referente nacional e internacional en materia de investigación científica marina y costera.