El pasado domingo se cumplía el XVIII aniversario del asesinato, en Montanejos, de Guillem Agulló. La muerte del joven de Burjassot a manos de neonazis conmocionó a la sociedad valenciana que hoy en día todavía no ha superado el golpe de realidad que aquellos hechos le dieron. Una prueba evidente de que la intolerancia y la xenofobia no ha desparecido de las calles de los municipios valencianos, pese a los más de 30 años de democracia. De hecho, cada 11 de abril, el día de la muerte de Agulló, la vivienda de sus padres en la localidad de l'Horta Nord aparece con pintadas alusivas a los hechos: "Guillem jódete" o "Guillem muerte, muerte, muerte".

"Las pintadas contra Guillem son para recordarnos que siguen ahí", aseguró ayer su padre en el acto de homenaje que Moviment Contra la Intolerància le realizó en el Centre Octubre. "No se arrepienten de nada y las pintadas todos los años así lo certifican", lamentó. En ese sentido, Agulló pidió públicamente una fiscalía especializada en los crímenes del odio, tal y como ya existe en Cataluña o Madrid.

Guillem Agulló afirmó que seguirán "luchando" para que se investiguen y se persigan estos crímenes. "Nos ha tocado vivir hasta las últimas consecuencias y no desistiremos en esta lucha después de todo lo que nos han hecho sufrir. Es impagable el dolor que nos han provocado", denunció. Para el padre de Agulló, todavía no "hemos cerrado el duelo". "Tenemos la tranquilidad que aunque nosotros no estemos hay gente que seguirá luchando contra la intolerancia", añadió.

Sobre el endurecimiento de las penas en este tipo de delitos, Agulló manifestó que "la gente tiene que rehabilitarse y tiene que asumir sus culpas, pero no en vida. Yo ni olvido ni perdono, pero tampoco deseo la muerte en vida de ninguno, aunque sea la del asesino de mi hijo", dijo. No obstante, recordó que es un "escándalo" que el "asesino" de su hijo cumpliera "sólo" cuatro años de cárcel, cuando la condena fue de 16.

Agulló quiso recordar que en la actualidad se siguen viviendo episodios de atentados contra la diversidad. "El ataque a Acció Cultural es un intento de eliminación de la diferencia y la diversidad", aseveró. Para Agulló, "el PP pretende eliminar a todo aquel que no piense como ellos, algo que una Gobierno tolerante no haría nunca en la vida".