El fin de semana del 18 y 19 de septiembre de 1999 no merece ningún capítulo en la historiografía política valenciana, pero ocurrieron dos acontecimientos, un suceso y una tensa asamblea, en dos partidos (PSPV y Unión Valenciana) cuyo futuro quedó marcado por el poso de lo ocurrido esos días. A la astracanada de congreso celebrado por los socialistas ese sábado, sucedió el decisivo cónclave dominical, en la Sala Canal, en el que los delegados de la UV que acababa de quedar fuera de las Corts y el Ayuntamiento de Valencia tenían que decidir si volvían al discurso de las esencias que predicó el padre Lizondo o, por el contrario, abundaban en el giro más institucionalista y moderado imprimido por Villalba. La militancia apostó por la primera línea y eligió presidente a José María Chiquillo, mientras que el villalbismo perdió, con el entonces alcalde de Almàssera Enrique Ramón, de candidato.

Hoy, con doce años más y 80.771 votos autonómicos menos, la mayoría de lo que queda de las dos facciones se están reencontrando bajo unas mismas siglas, las de la coalición Units per València -cuyo secretario general es el mismo Carles Choví derrotado en aquella asamblea- gracias, paradójicamente, a la decisión del presidente de UV de no presentarse a las elecciones y recomendar el apoyo al PP de Francisco Camps.

La formación heredera de la línea que imprimió Villalba cobijará bajos sus siglas a concejales de UV que, al no presentarse su formación, no contravienen los estatutos concurriendo con otras siglas. El caso paradigmático es Silla, donde el propio secretario general de Unió Valenciana, Lluís Melero, tendrá que presentarse en su pueblo, donde fue concejal, con las siglas de Units. En su misma situación están los dos ediles de Casinos, con María Antonia Aja de candidata, el edil de UV de Estivella o los dos de Benicull, que han montado lista de Units encabezada por María Amparo Giner. En otros casos, como Torrent, no hay concejales pero el colectivo de UV se presenta también bajo el paraguas del partido de Choví, con Ricardo Carratalá de candidato. En Tous, donde tampoco tienen representación, los unionistas han roto su carné para entrar en Units, igual que en Carcaixent, donde el traspaso no incluye a los dos concejales. El Centro Democrático Liberal, el PSD, Coalició Valenciana (donde ha recalado militantes de colectivos como Massanassa o Borriana) o el propio PP han sido también destinos en los que han recalado concejales elegidos por UV en 2007. El único alcalde que lograron, el de Dos Aguas, José Ramón Grau, y los tres ediles de su grupo han dado el salto al PP.

De los 33 concejales cosechados hace cuatro años, 19 ya no están en Unión Valenciana. Casi todos han sido expulsados, tras ser expedientados, a instancias de Miralles, acusados de impago de cuotas, según explicaron fuentes del partido. Miralles no atendió las llamadas de este diario para dar su versión.

Entre los despedidos de UV figura el concejal de Bétera José Manuel Aloy, que también se presentará por Units, o los dos concejales de Oliva, donde habrá lista independiente. En Montroi, la fórmula elegida por los ex de UV es la agrupación de electores.

Ni apoderado ni coalición

Varias fuentes municipales de UV consultadas coincidieron en señalar que no les ha sorprendido la deserción protagonizada por José Manuel Miralles, al comparecer en el acto del PP de El Puig y sellar definitivamente la decisión de no presentarse. "Hace un mes estuvo desaparecido, no quería nombrar al responsable electoral ni apoderados del partido, ni convocar al consell nacional", subrayó un miembro de la formación. También se ha dedicado a expulsar a todos los que le discutían sus decisiones, según estas fuentes, y se negó a que UV entrara en la coalición Units.

El líder de esta formación valencianista, Carles Choví, fue muy duro con Miralles: "Se ha vendido al PP y ha traicionado a todo el valencianismo". "Está haciendo de enterrador de un partido que él mismo ha matado", concluyó.

Pagar un peaje de 200 euros para ir en listas

En sus mejores tiempos, UV llegó a tener más de 12.000 militantes pagando la cuota. Hoy, son 400 los apuntados, según el partido, pero fuentes de la propia organización indican que los 50 euros anuales "no los pagan ni 100". Tampoco los cargos electos están muy animados a cotizar el 8% del sueldo como "impuesto" al partido. El presidente de UV, José Manuel Miralles, ha utilizado, según sus críticos, el impago de cuotas como pretexto para expedientar y expulsar a concejales desafectos. Es más, ha requerido que quienes accedieran a ir en listas incluso como independientes tuvieran que saldar el pago de la tasa de afiliación de toda la legislatura para optar a ser candidatos. Esto es, abonar 200 euros para poderse apuntar a la lista, según explicaron desde el partido. f. a. valencia