La emisión de deuda en bonos para particulares por parte de la Generalitat (los conocidos como 'bonos patrióticos') ascenderá finalmente a 900 millones -no 800, como se anunció-, de los que 600 ya están asegurados por las entidades colocadoras. Estos bonos tendrán un valor de 1.000 euros y entrarán en circulación el miércoles.

De esos 600 millones de emisión inicial, 350 se corresponden a bonos a un año (ampliable a 550 millones), que reportarán un interés al comprador del 4,25%; mientras que los bonos con plazo a 24 meses (250 millones ampliables a 350) darán un rédito del 4,75%.

El reparto de la emisión inicial, los 600 millones ya asegurados, se ha realizado entre una decena de entidades bancarias. Aunque buena parte de este importe ha sido comprometido por bancos y cajas ajenas a la Comunitat Valenciana, como La Caixa (catalana), que ha asegurado 225 millones y ejercerá de entidad directora y agente de las emisiones.

No hay "electoralismo"

En cuanto al coste financiero de esta operación para la Generalitat, las entidades cobrarán una comisión de aseguramiento del 1% y de colocación del 1,4%, en los bonos a un año; mientras que en los bonos a dos años la comisión por asegurar la emisión será del 1,3% anual y por la colocación del 2%. En total, la Generalitat pagará un interés del 6,65% y del 7,05%, respectivamente. Un coste para la administración, con todo, menor al de la deuda emitida para particulares en diciembre de 2010, de 1.500 millones. Además, este pasado mes de abril el Consell lanzó al mercado mayorista otros 400 millones.

El conseller justificó esta nueva emisión, la tercera en pocos meses, "para seguir agilizando el pago a los proveedores", el cual se prevé rebajar de 90 a 30 días con esta inyección a las arcas. Asimismo, negó el interés "electoralista" de la operación, pese a que la emisión se produce en plena precampaña y con los proveedores en pie de guerra por los retrasos en el cobro. Y es que el plazo de suscripción finaliza el 20 de mayo, con lo que "es difícil que se destine un sólo euro" al pago de proveedores antes de elecciones. Camps destacó igualmente la percepción de "solvencia" que desprende la Generalitat entre los ciudadanos, al colocar los 1.500 millones emitidos en diciembre; y también entre las entidades. En este sentido, apuntó que en la consulta inicial con los bancos se produjo una petición de 744 millones, aunque se ha decidido dejar la emisión asegurada en 600.

Además, el conseller señaló que esta nueva emisión no agota la capacidad de endeudamiento para lo que resta de 2011. Así, apuntó que restan cerca de 1.700 millones con cargo a 2011 más el remanente de 2010, de en torno a 500 millones más. Aunque el Gobierno debe autorizar las emisiones.