Abril de 2011 pasará por méritos propios a la efeméride meteorológica al convertirse en el más cálido de todos los abriles en el último medio siglo, con 15,1º de media y una anomalía térmica de +2,6 grados que permite calificarlo de "extremadamente cálido", según el balance provisional elaborado por la Agencia Estatal de Meteorología en la Comunitat Valenciana.

Las anómalas temperaturas de la primera quincena son las responsables de esta anomalía que convierte a abril de 2011, con una temperatura media estimad de 15,1 grados centígrados, en el más cálido en el promedio de la Comunidad Valenciana desde 1961, según los datos de la Aemet. El día más cálido fue el 9 de abril, con registros que no se superaban desde 1945 y con récords absolutos en las máximas de observatorios como Manises, Ontinyent-con datos desde 1922-, Villena, Orihuela y Vilafranca.

Algunas comarcas del interior norte de la Comunitat Valenciana llegaron a acumular temperaturas medias entre 4 y 6 grados centígrados por encima de la media de referencia (1971-2000).

En las áreas costeras, la brisa suavizó estos registros y los mantuvo mucho más cerca de los considerados "normales".

Por lo que respecta a las precipitaciones, la media en la Comunitat ha sido de 62 litros por metro cuadrado, lo que representa un 30% más que el periodo de referencia.

Las zonas más beneficiadas por las lluvias han sido las del interior de Valencia (Hoya de Buñol)- con registros de hasta 135 l/m2 en el embalse de Forata- y Castelló (Vilafranca) así como el área montañosa situada al sureste de Valencia y nordeste de Alicante, con 120 litros/m2 en Patró.

Por el contrario, los mínimos pluviométricos se dieron en la comarca del Vinalopó Mitjà, donde las precipitaciones oscilaron entre los 10 y los 14 litros por metro cuadrado.

Según la Aemet, el mes de abril fue húmedo en el 61% del territorio, muy húmedo en el 20%, normal en un 16% y seco en un 3%.

Menos déficit

Gracias a estas lluvias, el déficit hídrico que acumulaba el territorio valenciano se ha reducido, según subraya el Jefe de Sección de Climatología de la Aemet en Valencia José Angel Núñez Mora.

En el año hidrológico que arrancó el 1 de octubre de 2010 se arrastraba un déficit de lluvia acumulado próximo al 43% que se ha reducido a un 8% gracias a las precipitaciones de marzo y abril, a las que habrá que sumar las de las últimas horas.

Estas precipitaciones han traído tranquilidad al campo valenciano, sobre todo a las agriculturas de secano más sensibles a este déficit pluviométrico.

En el regadío, la preocupación fue siempre mucho menor gracias al volumen de agua acumulado en los embalses, que acumulan importantes reservas de agua, suficientes en muchos casos para afrontar dos o más temporadas de riego.