Un estudio realizado por Eduardo Primo en el Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias ha evaluado por primera vez la aportación del cultivo de cítricos a la captura de dióxido de carbono, el CO2, principal responsable, junto al metano, del calentamiento global del planeta por su contribución al efecto invernadero.

Según este investigador valenciano, las 180.000 hectáreas de cítricos plantadas en la Comunitat Valenciana representan una captura neta de etre 800.000 y 900.000 toneladas anuales de CO2.

Se trata, sin duda, de una cifra muy relevante y capaz por si sola de respaldar una campaña exigiendo a Europa que reconozca el papel de los cultivos y arbitre ayudas compensatorias y así lo entiende el Gobierno valenciano, que encargó al investigador la ejecución de este trabajo.

La capacidad de los cultivos para combatir el efecto invernadero podría utilizarse también para reclamar el apoyo europeo al fallido trasvase del Ebro en la medida en que solo los árboles bien regados y en pleno crecimiento y producción capturan más CO2 del que "devuelven" a la atmósfera. El propio presidente Camps ya ha insinuado en alguna ocasión esta idea.

Saldo positivo

El trabajo de Eduardo Primo ha certificado que una hectárea de cítricos en plena producción capta entre 20 y 25 toneladas anuales de CO2 que utiliza en su proceso de fotosíntesis. Además de devolver oxígeno a la atmósfera, la planta transforma el CO2 en madera, hojas, frutos, etc.

Al final del proceso es necesario descontar de esta contabilidad el carbono contenido en la cosecha, el que requieren las labores del cultivo e incluso el generan las malas hierbas.

Según este experto del IVIA, el balance final es positivo y alcanza valores situados entre 5,5 y 9 toneladas de CO2 "netas" capturadas por cada hectárea de cítricos en plena producción.

Unos números "incontestables"

En las 180.000 hectáreas plantadas de cítricos se estaría produciendo una captura neta de entre 800.000 y 900.000 toneladas anuales de CO2. A partir de aquí, los distintos cálculos posibles no hace sino incrementar el valor de esta aportación.

"Al precio del CO2 en los mercados de emisión- en los que los paises y las empresas del mundo industrializado adquieren el "derecho" a emitir dióxido carbónico- , a cada hectárea de cítricos le correspondería recibir entre 110 y 180 euros al año por su papel de sumidero" , añade Eduardo Primo.

En su opinión, la función de captura de los cítricos valencianos es suficiente para equilibrar todas las emisiones de 150.000 vehículos a motor o la de todo el transporte pesado que atraviesa las carreteras de la Comunitat.

Retirar de la atmósfera 900.000 toneladas de CO2 permite compensar las las emisiones generadas por el consumo de 300 millones de litros de gasoil y suponen el doble de todo el gasto industrial y urbano anual de gasoil tipo C (camiones) y de fueloil (calefacción) de toda la Comunitat Valenciana, según asegura Eduardo Primo.