El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, se prepara para una legislatura convulsa en el terreno judicial y político con unas Corts que le servirán de parapeto en los momentos difíciles. El jefe del Consell ha elegido a pesos pesados para la primera línea de batalla en una Cámara con una oposición con tres grupos parlamentarios que van a pugnar por liderar el acoso al Ejecutivo.

El vicepresidente tercero del Consell, y hombre de confianza del jefe del Consell, Juan Cotino, se convertirá hoy en el séptimo presidente del Parlamento valenciano. Cotino, que había comentado a su círculo más íntimo su deseo de salir del Gobierno minado por las acusaciones que afectan a la antigua empresa familiar dentro del caso Gürtel, se convierte así en la tercera autoridad y se pone a las órdenes de Camps para llevar con mano de hierro el Parlamento.

Le acompañará en esta misión el hasta ayer conseller de Educación, Alejandro Font de Mora, a quien Camps ha premiado con la vicepresidencia de las Corts. El titular de Educación, que también había expresado sus ganas de salir del Consell, era el favorito en las quinielas para presidir la Cámara, una vieja aspiración que sólo hará realidad si Cotino regresa a la política nacional tras las elecciones generales. La hipótesis de que Cotino sea un presidente de transición circuló ayer en las filas populares cuando se conocieron los nombramientos que Camps desveló por la tarde ante el comité ejecutivo regional. Los interesados se enteraron minutos antes de la reunión.

Desde el Consell se reconocía ayer que era muy difícil que Cotino deje un cargo como el de presidente de las Corts para marcharse a un hipotético gobierno de Mariano Rajoy, habida cuenta de su ya dilata experiencia como director general de la Policía. Futuribles al margen, de momento el tándem Cotino y Font de Mora asegura a Camps un escudo que no llegó a funcionar en la pasada legislatura con Milagrosa Martínez al frente.

La presidenta de las Corts se vio desbordada en algunos debates y cometió, según sus propios compañeros de partido, errores de bulto. Tanto Cotino como Font de Mora son políticos experimentados -el segundo tiene una larga trayectoria como parlamentario-, pero con poca mano izquierda. Ambos han protagonizado episodios broncos con descalificaciones a diputados de la oposición. Les acompañará en la Mesa como secretaria la consellera de Bienestar Social, Angélica Such, que junto con Font de Mora y Cotino suman ya tres bajas seguras en el Consell.

En la formación de la Mesa, Camps ha tenido en cuenta la clave territorial. Las tres provincias están representadas.

El fortín que el presidente ha levantado en las Corts se completa con la ratificación de Rafael Blasco al frente del grupo parlamentario. Se da la paradoja de que los dos referentes en las Corts mantienen abiertas diferencias ideológicas. Cotino lidera el sector cristiano y Blasco proviene del PSOE y tiene un discurso más liberal.

Camps no desveló ayer si el todavía conseller podrá seguir compatibilizando ambos cargos. Su entorno confía en que será así. En todo caso, la apuesta del presidente es clara. Acudió a él en plena crisis del PP cuando Génova forzó la salida de Ricardo Costa del partido y de la portavocía del grupo con el escándalo de Gürtel de fondo.

Blasco supo mantener unidos a los diputados y romper en parte la agenda de la oposición con las denuncias contra el síndic socialista, Ángel Luna. La continuidad de Blasco fue acogida ayer con satisfacción por varios diputados electos. Blasco no estará solo. Camps anunció ayer dos cargos de nueva creación: las viceportavocías. Compensará con una de ellas a Rafael Maluenda que sale de la Mesa y con la otra a Marisol Linares, secretaria provincial de Castelló, en un claro guiño a Carlos Fabra. Las portavocías adjuntas, que hasta ahora ocupaban David Serra y Vicente Betoret, quedan pendientes de nombramiento.

Camps, que se marchó tras la reunión sin comparecer ante la prensa, dedicó parte de su discurso a puerta de cerrada a arremeter contra el grupo Compromís al que calificó de "batiburrillo" que "no es alternativa de nada" y que no han votado la Constitución, dijo, según varios de los presentes. El jefe del Consell pidió a los diputados que no se dejen amedrentar por los diputados de Compromís y valoró la cohesión y la unidad del partido.