R. F.

valencia

Los jueces valencianos se enfrentan al gran reto de abandonar definitivamente el papel en 2016. El Consejo General del Poder Judicial considera que para que la transición sea un éxito es esencial que la conselleria afronte ya la renovación del programa Cicerone, el sistema de gestión procesal que integra a todos los actores relacionados con la justicia valenciana.

La Generalitat Valenciana puso en marcha la aplicación Cicerone a finales de los noventa con el fin de agilizar el trabajo, pero con el paso del tiempo el programa se ha quedado obsoleto a pesar de las actualizaciones. Los secretarios judiciales aseguran que es "desesperante" el tiempo de espera que tienen que soportar para realizar las búsquedas de los expedientes. Una operación que con motores de búsqueda de internet como los que utiliza Google cuesta menos de un segundo en la aplicación Cicerone llega a tardar más de diez minutos, según pudo comprobar Levante-EMV durante la elaboración de este reportaje.

Fernando de Rosa, vicepresidente del Poder Judicial y responsable de la comisión de modernización, advierte de que "hay que ir a una nueva versión de Cicerone, más flexible y que sea más práctica. Que no haga falta dar tantos pasos para acceder a los expedientes. El programa debe tender a la ley del uso de las nuevas tecnologías en la Administración de Justicia, que esta semana ha entrado en vigor. El fin último es llegar al expediente digital. En el futuro no habrá papeles en el juzgado".

El Poder Judicial acaba de firmar un convenio con la Corte Suprema de Chile para colaborar en la implantación de los nuevos sistemas de gestión procesales. "Estuve hace dos meses en Chile y comprobé que la jurisdicción civil ya no utiliza papel. En todos los edificios judiciales hay cabinas en las que los abogados puede acceder a los expedientes de forma digital. Emplean una tarjeta inteligente con la que pueden presentar la documentación", aseguró De Rosa. En otros países como Canadá el sistema es todavía más avanzado y los abogados prácticamente no pisan los juzgados.

La aplicación Cicerone está implantada en los 486 juzgados de la Comunitat Valenciana y cada día la utilizan más de 4.500 funcionarios. Los juzgados de Instrucción de Valencia han realizado en los primeros seis meses del año más de un millón de trámites -1.034.778- y han generado 519.182 documentos.

El gran problema que tiene es la falta de compatibilidad con otras comunidades autónomas. El secretario autonómico de Justicia, Antonio Gastaldi, explicó que cada comunidad autónoma tiene su propio sistema de gestión procesal. "Es esencial la interconexión", señaló. El vicepresidente del Poder Judicial coincide con Gastaldi en que "hay que incrementar la interconexión. Que los sistemas de las diferentes comunidades autónomas sean compatibles entre sí. Que cuando trabajen tengan acceso a programas comunes".

"Muy ineficiente"

Los secretarios judiciales consideran que el sistema Cicerone es "muy ineficiente". "Utilizamos el ordenador como si fuera una máquina de escribir. El programa no tiene un sistema de alarma que avise, por ejemplo, de que una empresa está inmersa en un concurso de acreedores. Hay casos en los que el trabajo no sirve porque al llegar al final descubres que la empresa está suspensión de pagos y es insolvente. Esto en el sector privado no pasa", lamentó un secretario de un juzgado de Primera Instancia de Valencia.

Los trabajadores de la Ciudad de la Justicia creen que la solución pasa porque la conselleria invierta más en programas informáticos. Los profesionales todavía ven lejos el salto definitivo al expediente digital y ponen como ejemplo la paralización que sufrieron hace dos semanas los juzgados por una cadena de fallos informáticos.