La "gira" que está llevando a cabo Alberto Fabra desde el pasado miércoles, recabando apoyos para garantizarse un aterrizaje tranquilo como nuevo presidente del PPCV, tiene una parada obligada en la puerta de cada referente del partido, por escasa que sea la tropa que aglutine. Es el precio de haber sido ascendido a general sin contar con la lealtad natural de ningún capitán.

Si tras la histórica Junta Directiva del PP en que fue aclamado presidente, Alberto Fabra ya telefoneó a Alfonso Rus, máximo referente en Valencia, en las últimas horas ha contactado con otro barón territorial: José Joaquín Ripoll. Toda una declaración de intenciones.

Y es que conviene recordar que Ripoll, presidente provincial del PP en Alicante y referente del zaplanismo, acaba de ser desalojado por los afines a Francisco Camps de la Presidencia de la Diputación de Alicante. No es gratuito que Ripoll, el gran obstáculo que ha tenido el dimitido presidente durante estos años para extender su liderazgo a todo el territorio valenciano, sea uno de los aliados que busque Alberto Fabra en esta nueva etapa.

El virtual jefe del Consell no tiene otra que tender puentes y ganarse la complicidad de todas las sensibilidades del partido, como aspira a hacer también con los consellers y diputados con los que está contactando en las últimas jornadas.

El gesto hacia Ripoll, por otro lado, abunda en el camino trazado por Fabra desde que fue ungido como número uno del Consell y el PPCV. Casi una enmienda a la esencia del campsismo. Del mismo modo que Fabra ya ha anunciado "transparencia" -preguntado por los contratos con las empresas de Gürtel- y las puertas del Palau abiertas a todos los colectivos -también las víctimas del metro-, el ex alcalde de Castelló no parece dispuesto a comenzar su liderazgo del PPCV heredando las enemistades internas de su antecesor.

Con todo, Fabra también ha enviado algunos recados a los díscolos. En la entrevista publicada ayer por este diario, el nuevo líder del partido dejó claro que salidas del PP como la de la ex consellera Gema Amor son irreversibles: "Hubo gente que tomó decisiones que difícilmente tienen vuelta atrás".

En este contexto, es un apoyo externo, el de Mariano Rajoy y la dirección nacional del PP, el aval más firme con el que cuenta Alberto Fabra. Precisamente, hoy el portavoz de Génova, Esteban González Pons, visita Valencia para tratar el nuevo escenario con Antonio Clemente, secretario general del PPCV.

El PSPV pide "que no dedique todo el tiempo a ganarse a los suyos"

La portavoz adjunta socialista en las Corts, Carmen Ninet, afirmó ayer que teme que Alberto Fabra dedique "todo su tiempo a ganarse a los suyos y no a los valencianos". La dirección nacional del PP, dijo, tendrá que intervenir de nuevo ante "la proliferación de familias y la suma de damnificados" tras la dimisión de Camps.

Entre los afectados por la sucesión citó a Rita Barberá, "que pudo y no quiso", a Paula Sánchez de León, "que quiso y no pudo", y a Alfonso Rus, "que ni se enteró del guiso de Génova". Ninet cree que hay "futuros damnificados" como Rafael Blasco y Dolores Johnson y se pregunta "qué cara se les quedará cuando tengan que entregar los contratos de cooperación internacional o de la visita del Papa". Ninet dijo que escuchar o leer a Fabra es asistir "a la ceremonia del quedar bien" porque "anuncia una nueva etapa y niega al mismo tiempo que vaya a realizar cambios en un Gobierno de la Generalitat hecho por el dimitido Camps".