Las tasas universitarias del próximo curso en las cinco universidades públicas de la Comunitat Valenciana estarán entre las más caras de España, dejando así pues de tener el sistema universitario valenciano los segundos precios más baratos del país. Este paso de un extremo al otro lo anunció ayer la Generalitat al presentar al Consejo Valenciano de Universidades y Formación Superior el proyecto de decreto del Consell en el que se elevan un 7,5% las tasas por la prestación de servicios académicos universitarios para el curso 2011-2012 hasta situarlas una décima por debajo el tope máximo autorizado que es del 7,6%.

El Consell, dentro del intervalo de subida entre el 3,6% y el 7,6% con respecto al pasado curso aprobado por la Conferencia General de Política Universitaria, ha elegido el tramo más alto para estudios oficiales de primer y segundo ciclo y de grado, al plantear un incremento en primera matrícula del 7,5%.

El director autonómico de Universidades, José Miguel Saval, afirma en una una nota del Consell que "este incremento pretende igualar el precio de los estudios universitarios de primer y segundo ciclo y de grado con el precio aprobado en otras autonomías, ya que la C. Valenciana se sitúa con el importe de las tasas más bajo de toda España, según el último informe de la CRUE", la Conferencia de Rectores de Universidad Españoles.

Además, continúa el comunicado de la Generalitat, "con un incremento general del 7,5% en primera matrícula, el importe por curso aumenta respecto al anterior en una media mensual de entre 4,1 euros y 6,4 euros para las titulaciones, según nivel de experimentalidad y conocimiento".

Unas horas antes de la celebración del Consejo de Universidades, el rector de la Universitat de València (UV), Esteban Morcillo, opinaba en un desayuno con los medios informativos que "no era deseable una subida de las tasas en las universidades públicas valencianas, aunque si esperable porque son las segundas más bajas del país".

Morcillo, que además preside la Asociación de Universidades Públicas Valencianas, reconoció que los precios del sistema universitario valenciano "deben equipararse a los del resto del Estado, aunque eso tenga un coste político". Eso si, el rector exigió que el incremento de tasas "vaya asociado a una política de becas muy efectiva para no perjudicar a determinados sectores de la sociedad y que garantice que nadie con talento se quede fuera del sistema público".

Los repetidores pagarán más

Tanto el presidente de los rectores valencianos como el director autonómico de Universidades coincidieron en la necesidad de encarecer las segundas y terceras matrículas, en el caso de los repetidores, por encima del 7,5% de subida de las primeras matriculas.

Así, Saval defiende que el alumno "debe comprometerse con la eficacia y rendimiento que obtiene y cuando, de manera continuada, viene siendo subvencionado en un porcentaje no inferior al 85% de lo que recibe, él tenga que costear una parte superior de esa primera matrícula. Es decir, con esta medida se busca conseguir que el alumno con menor rendimiento académico asuma directamente un mayor porcentaje del coste de la titulación cuando es repetidor".

La Universitat cierra en agosto para ahorrar 400.000 euros

La Universitat de València (UV) intenta ahorrar 400.000 euros cerrando 15 días de agosto, entre el 8 y el 21, las instalaciones docentes y administrativas. Por el contrario, las infraestructuras de investigación, los animalarios, laboratorios y el registro permanecerán operativos, al igual que el Parc Científic de Paterna, el Jardín Botánico, las bibliotecas y el Centro Cultural La Nau. El acceso a todos los centros por parte del personal será posible, pero no funcionará el aire acondicionado o la limpieza. La UV lleva dos años con un exigente plan de ahorro energético, que ha permitido que en los seis primeros meses de 2011, el ahorro global de energía eléctrica sea del 2,7%, pese a la entrada en funcionamiento de nuevos edificios, como la Facultad de Magisterio. Esta reducción significa un ahorro de más de 100.000 euros en este primer semestre. Más importante ha sido la reducción del consumo de gas, que ha llegado al 11,4 %. Pero donde se han batido todas las previsiones ha estado en el ahorro de agua, que se ha reducido un 15,2 %, 130.522.000 litros menos.