Las medidas fiscales que aplica la Comunidad de Madrid a las familias que matriculan a sus niños en los centros educativos privados han sido reclamadas al Consell por la patronal Acade, que integra a la mayoría de los colegios bilingües -castellano-inglés-de la Comunitat Valenciana.

"Los padres que llevan a sus hijos a un colegio privado están pagando el coste de la educación y están ahorrando al erario público esta plaza en un centro público o concertado. Parte de este ahorro es el que pedimos que sea devuelto a las familias en forma de desgravación fiscal" explicó ayer a Levante-EMV el vicepresidente de Acade en Valencia, Francisco Corbí.

La patronal de la enseñanza privada calcula que unas 16.000 familias valencianas podrían beneficiase de esta exención y recuerda que sus empresas son "una fuente de empleo ya que cada una cuenta con plantillas de más de 200 trabajadores, entre profesores y personal de administración o de servicios".

En opinión de Francisco Corbí, no solo se beneficiarían los hogares con alumnos en la red privada sino que a los padres de la enseñanza concertada también se les podría aplicar bonificaciones por gasto escolar, como ya se hace en Madrid.

De hecho, la comunidad que preside Esperanza Aguirre -quien ayer mentó la posibilidad de limitar la gratuidad de la educación- aprobó la Ley del 23 de diciembre de Medidas Fiscales, Administrativas y Racionalización del Sector Público por la que amplió el ámbito de desgravación por gastos educativos para las declaraciones del Impuesto de Rentas de las Personas Físicas (IRPF) de 2011, a presentar en 2012, sobre el que se aprobó dos años antes. Ahora se ha elevado la cantidad de la base imponible de 10.000 a 30.000 euros.

Fuetes de la dirección jurídica de Acade explicaron a este diario que, de esta forma, un matrimonio con un hijo tendrá derecho a la desgravación si su base imponible no excede de 90.000 euros. También se eleva la cantidad tope a deducir a 900 euros, frente a la del año pasado, que era de 500 euros.

La aplicación de las deducciones fiscales se reparte en gastos de escolaridad (15 por ciento), gastos por enseñanza de idiomas (10 %) y por adquisición de vestuario de uso exclusivo escolar (5 %).

Las cuotas por escolaridad y uniforme se aplica en los estudiantes de la etapas de Educación Obligatoria (Primaria y ESO), por lo que quedan fuera los alumnos de Infantil y Bachillerato. En cambio, la deducción por cursos de idiomas, como actividad extraescolar, puede aplicarse a cualquier nivel educativo.

Plataformas por la enseñanza pública rechazan la medida.