El presidente de la Generalitat aseguró ayer en la sesión de control de las Corts que los presupuesto de 2012 -que anunció que se aprobarán el día 28 "a pesar del Gobierno", que no ha confirmado los ingresos de que dispondrán las autonomías- no recortarán "ni un solo derecho social" a los valencianos. Sin embargo, en el turno de repreguntas su Gabinete arrojó dudas sobre unas cuentas en las que el Consell se va a situar "en el peor de los escenarios" en cuanto a la previsión de ingresos, dijo el presidente, porque "hay que ver cómo han dejado [los socialistas] este país". El PSPV condujo el debate hacia el supuesto "tijeretazo" a los servicios básicos tras el 20N y acusó al Consell de "mentir" a los ciudadanos al anunciar en su día la puesta en marcha de hospitales como el de Gandia o el de Llíria, éste "terminado", cuya apertura ahora ha paralizado. En la celada cayó el conseller de Sanidad, Luis Rosado: Los hospitales pendientes "se abrirán cuando la sociedad valenciana pueda permitirse el lujo de poder abrirlos"."¿La sanidad es un lujo?", inquirió el socialista Francisco Toledo.

No sólo eso. Rosado acusó a la oposición de "mentir" cuando dice que se están cerrando camas y, añadió, "por hablar de listas de espera cuando no existen las listas de espera". Pidió a la oposición que les dejen "gestionar la sanidad pública de forma adecuada para evitar destruirla" y aseguró que cumplirán los compromisos "siempre que no pongamos en peligro el sistema sanitario público valenciano".

El síndic del PSPV, Jorge Alarte, emplazó a Fabra a ser "valiente" para recortar en los presupuestos los "fastos y excesos", acabar con los 12.436 "enchufados" y subir los impuestos a las rentas más altas, comprometiéndose a no traer "una gran mentira" para ayudar a Rajoy en su campaña electoral y tras el 20N sacar la tijera en Sanidad y Educación. El portavoz de Compromís, Enric Morera, recriminó al PP el haber "arruinado" la Generalitat, de forma que cada día "se paga más de un millón de euros en intereses" y la "Conselleria de la Deuda" tiene más presupuesto que las de Agricultura, Gobernación, Cultura o Industria. La situación, aseguró Morera, "no se explica sólo" por la "mala gestión" y la falta de financiación de Madrid, sino por el "saqueo de las arcas públicas" como en los casos de la CAM o Emarsa, citó.

Morera censuró entonces que se nieguen 3 millones para la supervivencia de los centros musicales mientras se gastan 2 en "saraos" como el Master Golf de Castelló y 8 en el Open 500 de tenis. "¿Lujo? El lujo son sobrecostes de 600 millones en la Ciudad de las Artes, pagarle a Ecclestone el canon de la F1 o pasearse en un Ferrari descapotable en plena crisis", asestó Mònica Oltra, de Compromís.

Los intereses, sin respuesta

Fabra, quien insistió en que las cuentas no recortarán derechos sociales y dedicarán a estas políticas el 83% de los fondos, defendió el "esfuerzo" de la Generalitat en los últimos 16 años ante la falta de financiación estatal, con una inversión, la mayoría vía deuda, de 18.000 millones. Y dejó claro: "Nos vamos a seguir endeudando si no viene la financiación del Gobierno porque es lo que necesitan los ciudadanos para ser competitivos". Cifró la deuda a final de este año en 18.913 millones y añadió que los gastos financieros que genera y las amortizaciones se pagan el día del vencimiento, ya que el Consell se ha comprometido a "pagar el vencimiento cuando corresponde, sin que eso suponga intereses de demora". No contestó, como le preguntó Morera, cuántos intereses de demora se abonan por los impagos.

El titular de Hacienda, José Manuel Vela, sorprendió a propios y extraños al sentenciar, desde una comunidad con los contratistas en pie de guerra, que le "preocupan muchísimo más" los proveedores de Castilla-La Mancha, cuya deuda ha sido rebajada al nivel de "bonos basura" por Moody's, "que los de la Comunitat Valenciana".