Clientes de compañías eléctricas que se vieron obligados a gastar en torno a 100 euros para instalar en sus hogares limitadores de potencia (ICP) están recibiendo cartas de las que se desprende que su gasto no ha servido para nada cuando ha pasado solo un año. Una fuente autorizada de la Unión de Consumidores de España (UCE) en Valencia confirmó ayer a Levante-EMV que decenas de consumidores de Iberdrola han hecho llegar sus consultas y su malestar a la asociación.

"Hemos recibido muchas consultas de personas que preguntan sobre los nuevos contadores inteligentes que Iberdrola está comenzando a distribuir", declaran desde la UCE. También Avacu ha recibido consultas.

El problema nace de una disposición del Gobierno central en la que se obliga a que en cada hogar exista un elemento que controle que los vatios utilizados no sobrepasan la potencia contratada. Ese elemento es el ICP. Esto obligó a miles de ciudadanos a comprar un nuevo ICP y a sufragar los gastos de la instalación, un servicio que la propia Iberdrola también ofrecía.

Pocos meses más tarde, Iberdrola ha comenzado a distribuir gratuitamente unos nuevos contadores eléctricos, denominados inteligentes, que incorporan diferentes mejoras sobre los tradcionales. Una de ellas es que ya tienen integrado un ICP. El círculo se cierra al ser estos nuevos contadores inteligentes también obligatorios por ley, que deben ser adaptados gradualmente hasta el año 2018.

Desde Iberdrola, un portavoz oficial aseguraba ayer que la empresa simplemente se ha limitado a seguir las disposiciones oficiales.

Las quejas inciden en saber por qué se comenzaron a vender sistemas ICP si ya se sabía que iban a instalarse los nuevos contadores inteligentes. La UCE asegura que Iberdrola estaba al corriente pero que "no disponían de suficientes dispositivos para todos sus clientes".