El secretario general de los socialistas valencianos, Jorge Alarte, ha asegurado este domingo que no va avalar a ninguno de los dos candidatos a la Secretaria General del PSOE y ha incidido en que su "papel" es lograr que la cúpula del partido que resulte del próximo Congreso federal "hable más valenciano".

Así lo ha comentado momentos antes de participar en el Comité Federal del PSOE que se celebra en Madrid, que se produce después de que el exministro de Interior Alfredo Pérez Rubalcaba y la exministra de Defensa Carme Chacón hayan anunciado su intención de ser candidatos a la Secretaría General de los socialistas a nivel nacional.

Ante ello, Alarte ha comentado que la federación valenciana comienza mañana a abrir el proceso de asambleas con "absoluta normalidad" y espera que en estos foros se dé "el mayor debate posible" con la "idea básica" de asistir al Congreso de Sevilla de lograr un proyecto fuerte del socialismo para los próximos meses.

"La ponencia de hoy (que recoge las bases del Congreso) es el punto de arranque y por ello la vamos a respaldar, porque ahora es el momento de los militantes y cuando hayan delegado será el momento de tomar decisiones", ha resaltado Alarte.

En este sentido, el líder de los socialistas valencianos ha dicho que su federación apoya el "debate democrático" que él sólo está preocupado porque el futuro PSOE hable "más valenciano que por los personalismos". "No voy a ser protagonista de ninguna plataforma de apoyo de ninguno de los candidatos", ha enfatizado luego.

Por su parte y sobre la actualidad de su comunidad, Alarte ha hecho un llamamiento al PP para que sepan "el problema que tiene" el Gobierno valenciano dirigido por Alberto Fabra, que a su juicio está en "quiebra real" con 2.800 millones de euros gastados "en grandes eventos, en corrupción y en despilfarro" y 1.800 millones en deuda para esos grandes proyectos.

Ante esta situación, que definió como "tremenda", ha anunciado que su formación política va a presentar en la Asamblea autonómica una serie de iniciativas parlamentarias porque España tiene un "problema grave" el futuro financiero de la comunidad y exigió al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, un planteamiento "serio" sobre el equilibrio presupuestario que debe tener la comunidad.