La tradición de las divisas de los toros se perderá en Almassora si las peñas mantienen el negocio de la venta de carne. La Federación de Bous al Carrer ha alertado de la entrada en vigor del decreto 1099/2009 que obliga a someter a exámenes veterinarios a las reses que entren en el matadero con heridas de arpón. En tal caso, el análisis puede prohibir la comercialización de la carne y ordenar la incineración del animal, cuyos gastos correrían a cargo de la peña.

Así se lo hará saber mañana el presidente de la Asociación de Peñas Taurinas de Almassora (APTA), Juan Luis Marín, a los colectivos que patrocinan astados. Será cada peña la que decida si renuncia a las cintas con los colores de la ganadería o a la venta de la carne del animal. En la actualidad, sólo una parte de las agrupaciones de Almassora contrata el despiece del toro en el matadero para la posterior venta de la carne. Otros colectivos se desentienden de estos trámites y ceden el animal a la industria cárnica, por el que reciben una cantidad simbólica.

El tratamiento en el matadero supone unos costes superiores a los 300 euros, que después las peñas compensan con los ingresos de la venta.