Somalia se muere de hambre. Seis meses después del inicio de la crisis alimentaria, el Cuerno de África sigue sufriendo la peor sequía que se conoce desde hace 60 años. Trece millones de personas se ven afectadas por el hambre. En Kenia, Etiopía, Yibuti y Somalia, las familias han perdido sus recursos, los precios de los alimentos han aumentado considerablemente y las tasas de desnutrición continúan creciendo. La peor parte se la lleva Somalia.

La ONG Acción contra el hambre

afirma que más decuatro millones de personas "aún se encuentran en una grave situación de inseguridad alimentaria en el país. Apenas ha llovido durante los últimos seis meses y las previsiones apuntan a que las cosechas en 2012 estarán por debajo de las necesidades de las poblaciones, según la agencia de Naciones Unidas para el Análisis de la Nutrición y la Seguridad Alimentaria (FSNAU, por sus siglas en inglés, octubre-noviembre de 2011)". La capacidad de resistencia de los hogares se ha visto gravemente afectada y la población más vulnerable, especialmente los niños y niñas menores de cinco años, según la ONG, "están en un mayor riesgo de muerte ante la desnutrición y los brotes de enfermedades como el sarampión y el cólera. Los movimientos migratorios de los refugiados en Kenia y Etiopía han continuado, aumentando la presión en las comunidades de acogida".

La convulsa situación social de Somalia tampoco ayuda a paliar la hambruna que sufre el país. Tras más de 20 años de violencia y conflictos armados, Somalia está sumergida en un estado de emergencia permanente, lo que complica la intervención humanitaria.

Acción contra el hambre, junto a otras 15 organizaciones humanitarias, ha sido expulsada por las autoridades locales en ocho regiones del centro y el sur del país. "Cuando tuvimos que salir de Wajid, la organización brindaba apoyo a casi 40.000 personas. Hoy, la gente se ha quedado sin asistencia humanitaria", señala Thomas Gonnet, director de operaciones de Acción contra el Hambre-Francia. "Tememos un grave deterioro de la situación".

La ONG señala que la falta de lluvias ha afectado gravemente a las poblaciones agropastorales en Yibuti. Más de 200.000 personas aún se encuentran en una situación de gran vulnerabilidad y muy pronto comenzará la estación seca. "El deterioro de la seguridad alimentaria ha aumentado durante los últimos seis meses y la situación podría empeorar. Los hogares, especialmente en áreas urbanas con el alza de los precios de los alimentos, son más vulnerables y su capacidad para resistir las crisis se ha visto reducida".

Las familias de Kenia con menos recursos han sido las más afectadas por las escasas cosechas que se han venido repitiendo. A pesar de que en los últimos meses, la situación ha mejorado gradualmente para las poblaciones agropastorales, 3,75 millones de personas siguen en una situación de inseguridad alimentaria. Cerca de 450.000 refugiados somalíes residen actualmente en los campamentos de Dadaab, según la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur). Las condiciones en los campamentos se han deteriorado tras los graves incidentes de seguridad y el alarmante aumento de casos de cólera.

El caso de Etiopía

Aunque la situación se ha estabilizado gracias a la combinación de una buena temporada de lluvias y al trabajo de la asistencia humanitaria en las zonas más frágiles de Etiopía, más de 4 millones de personas aún son muy vulnerables. Los focos de inseguridad alimentaria persisten, como ocurre en los campamentos de refugiados somalíes en Dollo Ado, donde habitan cerca de 140.000, según datos de Acnur.

La apuesta por la prevención puede evitar las crisis alimentarias

La apuesta por la prevención puede evitar crisis humanitarias de estas características. La desnutrición infantil se puede prevenir y tiene un tratamiento que logra la recuperación de un niño en unas semanas. El dossier de Unicef España "La desnutrición infantil: causas, consecuencias y estrategias para su prevención y tratamiento" radiografía la situación nutricional y las fórmulas para evitar esta situación. En este documento se recuerda que acabar con la desnutrición infantil es posible. El período fundamental para prevenirla son los 1.000 días que transcurren durante el embarazo y hasta que el niño cumple dos años.

Esta etapa es crucial para prevenir la desnutrición de una persona, y es cuando se ponen en práctica acciones que ayudan a mejorar el estado nutricional de las madres y sus hijos, centrándose en medidas de prevención y tratando los casos de desnutrición aguda con alimento terapéutico y nutrientes.

La lucha contra la desnutrición infantil es un área prioritaria en el trabajo del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia. La organización Unicef España puso en marcha a finales de noviembre pasado la campaña "Dona un día" con el objetivo de concienciar a la sociedad española sobre las terribles consecuencias de la desnutrición infantil y para conseguir fondos para programas de supervivencia infantil. La campaña fue impulsada por los Embajadores de Unicef España Ana Duato, Pau Gasol e Imanol Arias.