Una de las dos empresas que investiga la Fiscalía Provincial de Valencia, por irregularidades en las adjudicaciones de los contratos en 2007, se hará cargo de la vigilancia del TRAM de Alicante y de un lote de Metrovalencia, según confirmaron ayer fuentes de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV). Las deudas que FGV mantiene con la otra empresa supuestamente beneficiada, Med Seguridad SA, han obligado a los responsables de esta mercantil a abandonar los servicios de vigilancia que prestaba en todas las instalaciones del TRAM de Alicante (por 180.00 euros al año) y un lote de Valencia por los que, en teoría debía cobrar unos 211.596,25 euros anuales, según los contratos de adjudicación.

Sin embargo, la delicada situación financiera de FGV y los retrasos en los pagos a los proveedores han abocado a Med Seguridad SA a dejar de prestar los servicios de vigilancia en la empresa ferroviaria. Med Seguridad SA también renuncia a realizar otros trabajos de los que era adjudicataria como los servicios de ayuda a la información en las líneas de tranvía de Metrovalencia, así como el servicio del Centro de Atención al Cliente (CAC) de Alicante. La deuda de FGV con Med Seguridad SA ronda el millón de euros,según diversas fuentes consultadas por Levante-EMV, lo que ha acabado por ahogar a esta empresa de tamaño pequeño-mediano, según fuentes del sector.

Por eso FGV inició una negociación con las otras dos empresas adjudicatarias de la vigilancia en Valencia, para que se hicieran cargo de los servicios que deja de prestar Med Seguridad SA a partir del lunes. Finalmente será Prosegur la elegida por FGV, pese a que a esta empresa también se le adeudan alrededor de un millón de euros. Esta situación se mantendrá hasta que se convoque un nuevo concurso. Prosegur también resultó adjudicataria en 2011 de los "servicios de transporte de fondos y otros asociados en las estaciones de FGV en Valencia y Alicante, por 1,7 millones de euros.

Los contratos de la vigilancia se han convertido en un auténtico quebradero de cabeza para los gestores de FGV. En el verano de 2011 se debía renovar el contrato adjudicado en 2007, que era para cuatro años, por lo que se convocó un concurso con cuatro lotes para las instalaciones de Valencia y Alicante, por 8,2 millones de euros. FGV declaró desierta esta licitación por "motivos presupuestarios", por lo que tuvo que prorrogar el servicio de forma automática, para no dejar sin agentes de seguridad las líneas y estaciones.

La reducción de sueldo aún no está decidida

Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana asegura que aún no ha decidido la reducción de jornada y salario a los empleados incapacitados que han reingresado en la empresa y a los que se denomina "acoplados" y no discapacitados. Se trata de "trabajadores que, tras haber obtenido la incapacidad laboral, han reingresado en la empresa en un puesto de trabajo distinto al que ocupaban, conforme a las aptitudes fijadas por el INSS". Según FGV, los trabajadores "acoplados suman a las percepciones de su incapacidad laboral, abonadas por el INSS, el sueldo que le abona la empresa en su actual puesto de trabajo". La empresa, concluyen las fuentes oficiales, "pugna desde 2009 por corregir esta anómala situación que hace que algunos trabajadores obtengan salarios mucho más elevados que otros compañeros con las mismas funciones".