Las poblaciones ubicadas en los extremos de la Línea 1 como Llíria, Bétera y Villanueva de Castellón han perdido 14 trenes al día, tras el recorte de circulaciones puesto en marcha por FGV desde el pasado mes de febrero. También son los viajes que más se han encarecido con incrementos que pueden alcanzar hasta el 9%. Los datos los facilitaba ayer la consellera de Infraestructuras, Isabel Bonig, quien defendió la medida porque "sólo afecta a 200 usuarios" y supone un ahorro de 4 millones de euros anuales en "salarios de personal eventual, horas extra y la energía que consumen los trenes". "Podrá gustar o no la medida adoptada, -defendió Bonig- pero no se puede negar que desde un punto de vista de la eficiencia en la gestión de recursos, la decisión es impecable".

Desde la oposición, Francesc Signes (PSPV), Esther López (EU) y Juan Ponce (Compromís) criticaron el recorte de circulaciones porque, lamentaron, afecta a trabajadores y estudiantes. Incluso López se extrañó de que los trenes suprimidos se basaran en personal eventual. "¿Es que no estaban en los cuadrantes?".