Uno de los comentarios más extendidos antes, durante y después de la toma de la plaza fue que el doble vallado, confeccionado con simples verjas de tráfico y no con la tradicional jaula de las "mascletaes", era insuficiente para contener a la multitud ávida de plaza y proteger a la población de los fuegos pirotécnicos. De hecho, tras la "reconquista" del lugar, un artefacto quedó disperso, fuera de la plaza y le explotó a un fotógrafo "freelance" en la mano.

"Estaba sentado en el banco y de repente ha explotado", explicó con el miembro ensangrentado E. V., el accidentado.

Por su parte, el concejal responsable de Seguridad Ciudadana, Miquel Domínguez, aseguró a Levante-EMV que ese tipo de protección para eventos pirotécnicos es el que se pone siempre fuera de periodo fallero, como por ejemplo en las "mascletaes" de San Vicente o el 9 d'Octubre.

Domínguez arremetió contra los manifestantes que invadieron la zona de fuegos, y los tildó de "violentos e irresponsables". "Podría haber ocurrido una desgracia, había mucha pólvora", explicó el regidor. A la pregunta de si había suficiente seguridad en el lugar, en previsión de la aglomeración de la manifestación, dijo que sí. "Ellos anunciaron que terminarían allí la protesta, pero la plaza es muy grande, había sitio de sobra para todos", concluyó el edil.

La Delegación del Gobierno en Valencia, por su parte, explicó a este diario que en estas cuestiones de seguridad es el consistorio el que tiene la competencia. Domínguez argumentó que este año se ha elegido ese enclave "por la crisis. A ello se le ha juntado las obras en el tramo del cauce del río, donde siempre se han hecho estos castillos. Hemos elegido la plaza porque así también estaba más cerca de la de la Virgen, donde se celebran el resto de actos", aseguró el popular.