La visita a Valencia del ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, no pasó desapercibida. Después de reunirse con el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, el ministro debía asistir a la reunión semanal del milenario Tribunal de Aguas. Sin embargo, no contaba con que decenas de manifestantes le esperaban con pancartas, pifias e incluso una guillotina.

Como cada jueves al mediodía, los síndicos de las siete comunidades regantes de l'Horta marcharon desde la Casa Vestuario hasta la Puerta de los Apóstoles de la Catedral. Allí tuvieron que esquivar a decenas de profesores interinos sin plaza y trabajadores de la EMT que volvían de una concentración en la plaza de Manises.

Los docentes, que han sido despedidos dos meses antes de la finalización de sus contratos, reclaman que la Generalitat les garantice un puesto de trabajo para el próximo curso. Por su parte, los empleados de la empresa de autobuses quieren que el ayuntamiento dé marcha atrás con el ERE que dejará en el paro a 209 personas este verano.

Los gritos de "¡Ese tribunal que juzgue a Rajoy!" solo cesaron el tiempo suficiente para que los síndicos llevaran a cabo la ceremonia. Cuestionado por el paradero de su invitado de honor, uno de ellos respondió que no sabían por qué el ministro no había asistido y que era la segunda vez que les fallaba.

Testigos presentes en las Corts informaron a Levante-EMV que la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, ignoraba que Ruiz-Gallardón iba al Tribunal de las Aguas, y al enterarse abandonó el pleno y se apresuró a acudir a la sede del Tribunal.

Barberá fue la primera en llegar a la Casa Vestuario y se plantó en el portal, de cara a las protestas. Durante veinte minutos, la alcaldesa soportó con una incansable sonrisa los gritos de "Menos Louis Vuitton y más educación", "Fuera Rita" y "Rita dimisión".

Al fin, el ministro decidió concurrir a su reunión con los síndicos (media hora más tarde) acompañado del presidente de la Comunitat Valenciana, Alberto Fabra, y el conseller de Justicia, Jorge Cabré. Los tres se dirigieron a pie desde el Palau de la Generalitat hasta la Plaza de la Virgen, donde les esperaba un cordón policial.

Los manifestantes no daban abasto. "Ladrones", "cobardes", "Rajoy a la acequia". La guillotina de tamaño real lucía un cartel que amenazaba: "Estos dirigentes necesitan un recorte del pescuezo".

Los políticos entraron a la sede del Tribunal, donde la alcaldesa ejerció de anfitriona y los síndicos pudieron al fin dar la Medalla de Plata a Ruiz-Gallardón, que dejó su firma en el Libro de Honor. Fuera, medio centenar de personas señalaban el edificio y cantaban: "La cueva de Alí Babá, ahí está".

Después del acto, los dirigentes soportaron una vez más abucheos y recriminaciones en su camino a los coches que los esperaban en la calle Caballeros para trasladarles al Colegio de Abogados.

Premio Broseta a Carlos Gómez Asensio

El ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, hizo entrega ayer del XV Premio de Estudios Jurídicos Universitarios Manuel Broseta Pont a Carlos Gómez Asensio, licenciado en Derecho por la Universitat de València.

La ceremonia, que se realizó en la sede del Colegio de Abogados, contó con la participación del presidente de la Generalitat, Alberto Fabra y la asistencia de la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá.

En el evento, el ministro reveló detalles del anteproyecto del nuevo Código Mercantil. Según adelantó, incluirá más de 1.600 artículos que abordarán aspectos que hasta ahora carecían de regulación. Entre ellos están la contratación electrónica, en pública subasta y la automática. También se normalizarán contratos que en la actualidad carecen de una norma con rango ley, como los de comunicaciones electrónicas, turísticos, de distribución y financieros mercantiles