Los cinco sindicatos con presencia en la Mesa General de la Función Pública han convocado para hoy un "viernes negro" contra los recortes en el que llaman a los funcionarios a vestirse de negro y a realizar concentraciones de protesta a la puerta de todos los centros de trabajo de 10 a 10.30 horas. La movilización se prevé multitudinaria después de que el miércoles el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, anunciara en el Congreso la supresión de la paga de Navidad a todos los empleados públicos y el aumento de su jornada laboral.

La jornada de protesta convocada por UGT, CC OO, CSI-F, Intersindical Valenciana y la Federación de Sindicatos de Sanidad y Educación (FSES) culminará con una concentración a las 12 de la mañana ante la Delegación de Gobierno en Valencia.

La Dependencia también protesta

El número 60 de la calle Colón será pues este mediodía el epicentro del malestar social contra los recortes del Gobierno, pues la Plataforma en Defensa de la Dependencia estará allí también para mostrar su rechazo contra la decisión del Ejecutivo de dejar de cotizar a la Seguridad Social por aquellas personas que cuidan de un familiar dependiente.

Otro "manifestódromo" habitual es el Palau de la Generalitat, ante el que en la tarde de ayer protestaron 500 trabajadores de los 9 institutos tecnológicos de la Comunitat Valenciana para pedir al Consell que no demore más el pago de 51 millones de euros que adeuda a estos centros de I+D+i.

Contra la politización de la función pública

El presidente de la Junta de Personal de la Administración General del Estado en Valencia, Manuel Veiras, ha hecho público un manifiesto bajo el título "Funcionarios versos políticos". En el documento, Veiras denuncia que el "verdadero drama" de la Función Pública, que hace que la sociedad "acabe viendo al funcionario como un mal trabajador que impide el buen funcionamiento de la Administración", es "su politización y la consiguiente sustitución de la figura del funcionario independiente, por el funcionario afín". "El político quiere funcionarios leales a su partido y no empleados públicos leales a la ley", asegura, y por ello "reparte sin ningún rubor cargos de confianza y de libre designación" que genera "una escala jerárquica de dudosa independencia y sin los mínimos conocimientos exigibles para el cargo".