El segundo reactor de la central nuclear belga de Tihange, ubicada en la provincia de Lieja, en el este del país, presenta los mismos defectos de fabricación que los detectados en la vasija del tercer reactor de la central nuclear de Doel en Amberes, en el norte del país, según confirmaron un portavoz de la compañía Electrabel, que explota ambos reactores, a la agencia Belga. Esta instalación está construida con los mismos materiales que la de la planta de Cofrentes, que ya tuvo que ser puesta en preaviso tras la alarma generada por la anomalía encontrada en Amberes.

Un portavoz de Electrabel explicó a la agencia belga que se han detectado los mismos problemas de fisuras en el reactor de Tihange debidas al "hidrógeno formado en el interior del acero en el momento del forjado de la vasija, hace 40 años", pero avanzó que las inspecciones se prolongarán en los próximos días.

Ambos reactores permanecen cerrados para realizar inspecciones técnicas para comprobar su seguridad después de que se detectaran a principios de junio miles de fisuras de varios centímetros en una vasija del reactor de Doel 3, construida por el fabricante holandés Rotterdam Droogdok Maatschappij, cuya empresa ya no existe. Asimismo, el segundo reactor de Tihange permanece cerrado desde el pasado 16 de agosto.

El mismo fabricante de la vasija es el responsable de una veintena de reactores repartidos en todo el mundo, entre ellos una decena en Estados Unidos y nueve en Europa, incluidos los de Cofrentes y Garoña.

Expertos nucleares de nueve países, incluido España, se reunieron el pasado 16 de agosto en Bruselas para analizar los problemas detectados en la central de Doel en el marco de una reunión convocada por la Agencia Federal de Seguridad Nuclear belga (AFCN), que prevé convocar una nueva reunión a lo largo de octubre. El director general de la agencia, Willy De Roovere, puso en duda hace semanas la continuidad del reactor Doel 3 porque en su opinión es "prácticamente imposible" poder sustituir la vasija del reactor, algo que no se ha hecho nunca en ninguna parte del mundo por el riesgo que existe de fuga radioactiva.

El Consejo de Seguridad Nuclear afirmó tras el incidente de agosto que la vasija de Cofrentes "no estaría potencialmente afectada" por los defectos detectados en Bélgica, puesto que los procesos y materiales de fabricación de su vasija son distintos a los de la de Doel 3.