Lo primero que pensó María Angeles G. B. cuando "algo" le dio en la mano fue que se trataba de una piedra que había saltado de la calzada, pensamiento que borró de un plumazo porque "no tenía mucho sentido" ya que la mujer se encontraba atravesando la pasarela elevada de la avenida General Avilés, justo a la salida del túnel. Como a tantas otras cosas inexplicables en un momento determinado, María Ángeles no le dio importancia hasta que, minutos después, escuchó el ruido de otro impacto en la barandilla del paso elevado. Ella y su amiga se pusieron a correr de inmediato al reconocer disparos de balines desde algún lugar "que ni pudimos ni nos paramos a ver".

Las dos vecinas se asustaron y aprovecharon la presencia de dos agentes de la policía local que patrullaban la zona para alertarles de lo que estaba sucediendo. "Iba directa a la policía pero cuando vi allí a los agentes pensé que era suficiente", explicó la mujer que, finalmente, no sufrió heridas aunque sí se pegó "un buen susto". "Imagínate la gracia si me llega a dar en un ojo o en cualquier otra parte. Este tipo de actos vandálicos deben perseguirse porque es un peligro que haya alguien disparando con balines al que pasa", concluyó. Los agentes de la policía local subieron a la pasarela para analizar lo ocurrido tras al denuncia de la afectada.