La primera edición de los Juegos Europeos -la miniolimpiada continental que Francisco Camps quiso organizar en Valencia y por la que el Consell pagó 382.000 euros al Instituto Nóos de Iñaki Urdangarin en concepto de estudios de viabilidad- se celebrará en 2015 en Bakú, capital de Azerbaiyán. La decisión, adoptada este fin de semana en Andorra por la ejecutiva de los Comités Olímpicos Europeos y que ha de ser ratificada en diciembre por la asamblea continental en Eliat (Israel), fue ayer jaleada por el ideólogo de la iniciativa: Miguel Zorío, dueño de la consultora Lobby Comunicación, exvicepresidente del Valencia CF y empresario imputado en el caso Nóos.

Zorío, que presentó el proyecto en 2005 al presidente de la Generalitat y luego se alió con el Instituto Nóos, difundió ayer un comunicado en el que reivindica su papel como "creador de la idea" y subraya que "por fin se demuestra que los Juegos Europeos eran un gran proyecto". En declaraciones a Levante-EMV va más lejos. El empresario imputado considera que el impulso definitivo de los Juegos Europeos, siete años después de que él lo promoviera ante el Consell, prueba que "el proyecto no era una falacia inventada para robar de la caja de la Generalitat", sino que era "un proyecto viable que se ha puesto en marcha".

El empresario valenciano interpreta que este impulso internacional a los Juegos Europeos -apoyados principalmente por el presidente del Comité Olímpico Español, Alejandro Blanco (organismo del que Urdangarin fue vicepresidente), y el irlandés Patrick Hickey, presidente de la asociación de comités olímpicos europeos- es una prueba de su exculpación en el caso. Otra prueba, argumenta Zorío, es que el juez José Castro haya levantado la imputación que pesaba sobre la exsubsecretaria de Presidencia de la Generalitat y actual secretaria general de la Delegación del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Isabel Villalonga.

El imputado en la causa asegura que está "encantado de la vida de que estos Juegos Europeos se celebren porque es el reconocimiento a un trabajo que se inició en Valencia". Y añade: "Basta ya de tonterías: yo no soy un conseguidor. Llevo 25 años dedicándome a esto y me gano el dinero honradamente", sostiene Zorío. Su empresa fue subcontratada por el Instituto Nóos para dirigir la "oficina del proyecto" de Juegos Europeos y las relaciones con los medios de comunicación en Valencia, un trabajo por el que cobró 249.000 euros. Zorío recalca que su empresa nunca contrató directamente con la Generalitat.

El presidente de Lobby Comunicación asegura que, con la elección de la sede azerbaiyana y el espaldarazo definitivo al proyecto deportivo se ratifica que "los que creamos y desarrollamos el proyecto de Juegos Europeos, nacido en Valencia, hicimos un trabajo de primer nivel. Los consultores que participamos en el proyecto, la Generalitat Valenciana y el COE con Alejandro Blanco a la cabeza nos sentimos felices por haber gestado un evento que en pocos años será referente deportivo, cultural y social en todo el continente europeo".

Los Juegos Europeos siempre se celebrarán en año preolímpico, con un programa de pruebas reducido a una quincena de deportes, y pretenden imitar la filosofía de los Juegos Panamericanos, los Panafricanos o los Asiáticos.