El proyecto del Tren de la Costa entre Gandia y Alicante, que los municipios de la Safor y la Marina reclaman desde hace 38 años, va a recibir ahora sus primeros 250.000 euros. Esta cantidad inicial para una infraestructura que costará 1.330 millones llega con 10 meses de retraso para un tren que no deja de ir en «vía lenta». El Ministerio de Fomento y la Conselleria de Infraestructuras, en el protocolo para impulsar el Tren de la Costa que firmaron hace justo un año, el 11 de octubre de 2011, se comprometieron a licitar «en cuatro meses» el estudio de viabilidad económica del proyecto y el estudio informativo de los 220 kilómetros de plataforma ferroviaria que separan la capital de la Safor de Alicante.

De momento, la única Administración que empieza a hacer los deberes es la Generalitat, que el viernes sacó a licitación por 150.000 euros el estudio previo de viabilidad de la conexión ferroviaria Valencia-Alicante por la costa. Un trabajo, que una vez se adjudique „a partir de noviembre„ deberá estar listo en seis meses y recoger «la demanda prevista, el tráfico que se espera en el corredor litoral y su rentabilidad económica», explicó ayer el director general de Transportes de la conselleria, Carlos Eleno.

Fomento, por su parte, se comprometía a licitar también en enero de este año el estudio informativo. Un concurso que aún sigue sin fecha. La única luz en este caso es que los Presupuestos Generales del Estado de 2013 incluyen 100.000 euros para el «Tren de la Costa: tramo Gandia-Oliva-Dénia». Fuentes del ministerio confirmaron ayer que esta cantidad es para el estudio informativo de dicho tramo, aunque reconocieron que la licitación «no tiene fecha». El compromiso del Gobierno era realizar el estudio de todo el recorrido, pero Fomento admite que para los otros dos tramos (Gandia-Benidorm, y el que va de la capital de la Marina Baixa hasta Alicante) «no hay prevista ninguna cantidad a corto plazo».

La primera firma sobre el papel que hace referencia a inversiones en este ferrocarril litoral „que se planifica desde 2007„ la estamparon en la primavera de 2010 José Blanco y Francisco Camps, a la sazón ministro de Fomento y Jefe del Consell respectivamente, al suscribir el plan de financiación de Cercanías. El protocolo de colaboración entre ministerio y Generalitat, que iba a rubricarse en 15 días, no se firmó hasta medio año después, a cinco semanas de las elecciones que apartaron al PSOE del Gobierno.

Reserva de suelo, un año en el aire

La reserva de suelo de la nueva línea a construir entre Alicante y Gandia todavía no se ha concretado. Se trata de un corredor de 240 metros de ancho lo más paralelo posible a la autopista AP7 con el fin de atenuar su impacto ambiental. El 1 de septiembre de 2011, Infraestructuras envió a los ayuntamientos afectados de los tramos Gandia-Dénia y Benidorm-Alicante la propuesta de reserva de suelo y abrió los correspondientes dos meses para recoger alegaciones. La reserva, aunque no supone la inmediata expropiación, impide cualquier actuación urbanística sobre los terrenos durante 10 años

Un año después, conselleria no ha contestado a las numerosas alegaciones presentadas, especialmente en la Marina Baixa y l´Alacantí, las dos comarcas de la C. Valenciana con más presión urbanística sobre el litoral. Además, aún no ha iniciado la reserva de suelo del tramo Benidorm-Dénia.

Carlos Eleno: «Hay que planificar para cuando salgamos de ésta»

Abordar ahora una obra de 1.330 millones es toda una quimera para las magras arcas públicas. Sin embargo, el director general de Transportes de la conselleria, Carlos Eleno, opina que «ahora es el momento» de completar toda la planificación del Tren de la Costa, pues «desarrollar una infraestructura grande como esta puede tardar unos 10 años». «Ahora es cuando se deben hacer todos los estudios y preparar la planificación para ejecutar la inversión cuando salgamos de esta», afirma. Respecto a las alegaciones a la reserva de suelo del trazado Gandia-Dénia y Alicante-Benidorm, que llevan un año esperando respuesta, el director general promete que se van a contestar «antes de que acabe 2012», plazo en el que también espera presentar la reserva del suelo del tramo Benidorm-Dénia. Eleno mantiene que la mayoría de alegaciones, excepto las que piden un cambio de trazado, «se van a aceptar». Admite que la reserva de 10 años es muy gravosa para los propietarios, por lo que es partidario de rebajar dicho plazo «a la mitad, y así se urge a las Administraciones a ejecutar la obra». No obstante, señala, que falta por determinar si dicha reducción «es viable legalmente». En cuanto al ancho de la vía, aún por determinar, Eleno cree que al tener que hacerse un ferrocarril nuevo desde Gandia a Alicante, «lo lógico es que sea de ancho internacional (UIC), ya que el actual ancho ibérico entre Valencia y Gandia se puede adaptar fácilmente al UIC». r. m. valencia