La introducción de la fiambrera para que los alumnos lleven alimentos de casa al comedor escolar no ha tenido ningún éxito en los colegios sostenidos con fondos públicos en esta Comunitat. De los 1.300 centros, los consejos de once han aprobado autorizar esta modalidad que no comporta abonar ninguna cantidad por parte de las familias, según resolución de la Conselleria de Educación.

Este departamento informó ayer que diez colegios (siete en Valencia y tres en Castelló y ya se conocía otro en Alicante), sin especificar si había alguno concertado, permiten el uso de la tartera, a 25 días de haber comenzado el servicio del comedor escolar.

Mientras, tanto el presidente de la Asociación de Directores de Primaria, Vicent Ripoll, como la presidenta de la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos (FAPA) de Valencia y Provincia, Remei Santacatalina, destacaron que la cifra supone mucho menos del 99 por 100 del conjunto de colegios porque "no ha tenido ninguna aceptación" indicaron.

"Decir que hay diez centros, y de los siete que aseguran que hay en Valencia yo no tengo constancia, no es significativo. Además, creo que dos de Castelló son concertados y en el otro son sólo cuatro niños", comentó Remei Santacatalina. Según recordó, "son muchas las razones que hemos explicado para no quererlo: pedagógicas, sanitarias, alimentarias. Los consejos escolares no lo están aprobando. Nuestro temor es que los comedores escolares, como son ahora, acaben desapareciendo".

Por su parte, Ripoll volvió a solicitar a conselleria que modifique el baremo de las becas en el tramo de 13 y 14 puntos porque "hay niños con renta cero que deben pagar 28 euros al mes por el comedor escolar y no pueden". También, el grupo popular rechazó ayer en las Corts una proposición no de ley de Compromís en educación que pedía acabar con los barracones y paralizar la propuesta de llevar tarteras.